Un soberbio Tabu permite al Fuenlabrada soñar con la Copa (85-71)

Partidazo del base (23 puntos, 5 asistencias, 6 robos, 8 faltas recibidas y 35 de valoración), gran artífice del triunfo fuenlabreño. Los locales suman las mismas victorias que derrotas (6-6) y se pone sexto a falta de los partidos de mañana. El Estudiantes suma una nueva derrota en el Fernando Martín, donde no ganan desde 2007

Un Fernando Martín más lleno de lo habitual vivió hoy un derbi de lo más igualado entre el MONTAKIT Fuenlabrada y el Movistar Estudiantes. Un derbi que tuvo como protagonista absoluto a Jonathan Tabu, que regaló a su afición  un nuevo derbi ante Estudiantes y le dio permiso para soñar con la clasificación para la próxima Copa del Rey. Todo ello gracias a sus 23 puntos y a su gran trabajo defensivo en un partido marcado por la igualdad y que no se decidió a falta de 3 minutos para el final.

Antes que Tabu, el encuentro tuvo otro nombre propio por su incorporación en el quinteto inicial. Se trata de Chema González, que contó con la confianza de Cuspinera para salir de inicio con el objetivo de frenar la sangría interior que lleva sufriendo el equipo toda la temporada. El canterano cumplió en los primeros minutos, jugando con intensidad y actitud, ayudando en defensa y ganándose la ovación del público.

Él lideró al Fuenlabrada en defensa, que por momentos secó con facilidad a un Estudiantes frío y errático en el que solo destacaba Brizuela. El canterano, sin embargo, poco pudo hacer ante el festival de triples del Fuenla, que enseguida consiguió las primeras distancias relevantes (13-4, min 4). El Estu reaccionó, pero su momento duró lo que tardó en aparecer Paunic, que se aprovechó de la inocencia rival para forzar una falta tras otra y sumar desde el tiro libre.

Con él al frente, el Fuenlabrada llegó incluso a doblar a su rival en el marcador (22-11), pero los cambios de Ocampo sentaron bien a su equipo, que terminó el primer parcial solo seis abajo (26-20).

La entrada de Javi Salgado dio otro aire al Estudiantes. Sus pick and roll con Xavi Rey, su buen entendimiento con Nacho Martín y sus propios puntos hicieron mucho daño, dando la vuelta al encuentro (35-39). El encuentro estaba en las manos del base estudiantil, que dirigía el partido a su antojo, bien acompañado de un efectivo Hernangómez. El Fuenlabrada pasó de ser mejor a estar completamente bloqueado en las dos zonas,  pero aun así mostró entereza para seguir a flote a pesar de las malas sensaciones que transmitía sobre la cancha. En estos malos instantes empezó a aparecer Tabú, que entendió a la perfección que forzar faltas e ir a la línea de personal era una buena alternativa a la escasez de juego de su equipo.

Recuperar el buen ritmo de los primeros diez minutos era primordial si el Fuenlabrada quería darle la vuelta al marcador, que marcaba un 45-49 en contra al descanso. Y sí, lo recuperó. Y de nuevo lo hizo de la mano de Tabú, sensacional a lo largo del partido y recuperando el nivel mostrado en las primeras jornadas. El base fue el primero en subir la intensidad defensiva, forzando varios robos que sus compañeros supieron aprovechar y dejando en apenas 11 puntos al Estu en el tercer cuarto.

Dos minutos bastaron para recuperar el dominio del marcador (55-51). Después, la igualdad volvió a ser la protagonista. Urtasun por los locales y Nacho Martín por los visitantes sumaban puntos para sus equipos, pero la diferencia seguía siendo mínima. Así hasta los últimos dos minutos del cuarto, donde un parcial fuenlabreño de 0-5 abrió una mínima brecha a falta de diez minutos (65-60).

Los siguientes cuatro estuvieron marcados por los errores de ambos equipos. Canastas falladas a un metro de distancia, triples liberados que no tocan ni aro, pases a ninguna parte… Cada posesión era una oportunidad perdida para el Estu de recuperar terreno y del Fuenlabrada para ampliarlo. Sin embargo, el tiempo jugaba a favor de los de Cuspinera, que veían como los minutos pasaban y su renta permanecía intacta.

Hasta que apareció Paunic, experto en revolucionar los partidos. El serbio y Tabú demostraron lo bien que dominan el arte del contraataque, sumando un par de buenas acciones y poniendo al Fuenlabrada diez arriba (75-65, min. 36). Una diferencia que prometía ser definitiva viendo la inconsistencia ofensiva del Estu, que apenas sumó cinco puntos en seis minutos.

Una técnica de Jaime Fernández sobre Popovic terminó de sentenciar el partido a falta de 2:30 minutos (80-68). La grada esta vez no sufrió tanto como ante el Obradoiro, coreó olés a cada pase de sus jugadores y pidió la vuelta de los jugadores tras el partido. Una fiesta que bien vale como anticipo de nochebuena.

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