El Fuenla sigue pagando su indolencia

Derrota 2-1 ante el Atlético Sanluqueño con otra demostración de que el equipo está muy tocado mentalmente

IMAGEN: CF Fuenlabrada
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No, no hay fondo. La caída a los infiernos de la irrelevancia sigue agudizándose en el C.F. Fuenlabrada, que no encuentra la forma ni de mantenerse en los partidos ni de generar ocasiones. No importa el rival, porque los problemas no los crean ellos. Los aprovechan. Los problemas ya están todos en la mente y en el rendimiento de los azulones. 

No fue un desastre absoluto, todo hay que decirlo. En las circunstancias actuales, el aficionado azulón se conforma con que su equipo esté centrado, le ponga ganas y, como mínimo, iguale el rendimiento de su rival. Es el punto de partida, el mínimo exigible. En lo que duró el empate a cero, lo lograron. Ninguno de los dos tuvo muchas ocasiones (una el Fuenla, dos el Sanluqueño), pero la irrelevancia era mutua. Sin mucho nivel, pero la contienda se mantenía igualada. 

El Fuenlabrada se rompió nada más volver del descanso, mostrando una vez más una fragilidad insufrible. Encajó dos goles, uno al principio y otro cerca del final, y los dos parten de los mismos errores. Este equipo defiende realmente mal porque le falta concentración y empeño. Porque se desconecta en su propio campo, y el rival no necesita mucho para generar verdadero peligro. La premisa está clara: falla el lateral (que tampoco tiene apoyos), centro a la olla y el rival entra completamente solo para el remate. En el segundo gol, se perpetra una dejadez que resulta incluso ofensiva. 

Desde el 1-0, desde el minuto cuarenta y cinco, el partido estaba ya prácticamente sentenciado. Porque los muy leves arreones del Fuenlabrada se contrarrestaban con la irrelevancia absoluta que mostró durante la mayoría del tiempo. Los cambios, que llegaron al minuto 70, no mejoraron el panorama en su mayoría. El único que destacó fue Currás, que se empeñó en ponerle todo el esfuerzo para intentar rescatar algo, lo que fuera. Consiguió un gol en una jugada puramente personal y muy bien ejecutada, y enseñó al resto el camino de la intensidad. 

Eso fue todo. Casi todo, en realidad. En el minuto setenta y cinco, una mano en el área del Sanluqueño se quedó sin pitar. Una mano clara en la repetición, sin excusas. En directo, y ante la ausencia de VAR, el colegiado no la vio. Podía haber supuesto el 1-1, pero se fue al limbo de las dudas que nunca se resolverán. 

Con este 2-1, el Fuenlabrada se queda penúltimo en la tabla, a tres puntos ya de la salvación. Con siete puntos de 27 posibles. Con una victoria en nueve partidos, y con cuatro goles a favor. Fuera de los números, las sensaciones son las peores posibles. El equipo muestra una capacidad relativa de competir de igual a igual con 0-0, y la pierde casi por completo cuando se ve por detrás. El tiempo pasa y la situación, lejos de mejorar, se agrava. A este Fuenla se le ha ido el alma, y ya ha pasado prácticamente un cuarto de la temporada. O hay cambios radicales, los más importantes de mentalidad competitiva, o puede ser una de las peores temporadas que se recuerden. La pelota está en manos del club y de la plantilla. 

ONCE DEL ATLÉTICO SANLUQUEÑO: Samu Pérez; Kikin, Roger Riera, Pavón, Álex Martínez; Luis Vacas (Yasser), Adri Cuevas, Colau (Álex Guti), Pablo Carbonell; Carlos González (José Enrique), Valverde

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Lucas Díaz; Ismael Casas (Nene), Marcos Mauro, Álvaro García, Barbosa; Sangaré (Ilies), Ale Galindo (Bilal), Aguza (Currás), Fer Ruiz, Abde Damar; Cédric

ÁRBITRO: Manuel García Gómez

GOLES: 1-0 José Enrique, min.46; 2-0 Valverde, min.79; 2-1 Currás, min.87

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