El MONTAKIT Fuenlabrada reacciona tarde al recital de Maxi Kleber (82-88)

Brutal exhibición del ala-pívot alemán, que resultó determinante con 36 puntos. El Fuenlabrada fue incapaz de pararle en un partido, en línea generales, malo de los de Hugo López. Aun así pudo ganar después de ir perdiendo por hasta 15 puntos. Mal encuentro de Andy Panko, totalmente fuera del choque desde el primer minuto. La victoria de Andorra complica aún más la salvación al MONTAKIT.

Por segunda jornada consecutiva, el MONTAKIT Fuenlabrada pierde 82-88, pero las sensaciones tras el partido del Palau son bien diferentes a las que dejó anoche tras su derrota ante el Rio Natura. Pese a la derrota en tierras catalanas, todo fueron alabanzas para los de Hugo López. Habían competido nada menos que ante uno de los mejores equipos de Europa, y de haber gestionado mejor las últimas posesiones, quizá se hubiera producido una victoria histórica. Este precedente, unido a la imperiosa necesidad de ganar y a la buena marcha del equipo en casa con la llegada del nuevo técnico, hacía pensar que ante el Obradoiro podíamos ver a un gran MONTAKIT Fuenlabrada.

Pero nada más lejos de la realidad. Por cuarto año consecutivo, los de Moncho Fernández se llevaron la victoria del Fernando Martín, y lo hicieron con todo merecimiento. Durante los tres primeros cuartos el Fuenlabrada jugó mal, muy mal, mostrando una actitud impropia de un equipo que se está jugando la vida. Salieron sin la mentalidad necesaria para medirse a un conjunto tan exigente y competitivo como el gallego, que les pasó por encima durante treinta minutos. En el arranque, el Obradoiro demostró con creces que es la segunda mejor defensa de la liga, dando una exhibición de cómo interceptar las líneas de pase rival, a la vez que le hizo la vida imposible a un Andy Panko que pasó completamente desapercibido durante todo el encuentro, y eso sí que es meritorio.

En ataque, los gallegos también estuvieron inspirados. Por dentro, Maxi Kleber fue una auténtica pesadilla, completando un partido escandaloso. 36 puntos y 45 de valoración para el pívot alemán, castigando al Fuenlabrada en todas sus áreas, demostrando que los cuatro rivales, en general, se suelen mover como pez en el agua ante el MONTAKIT. Si a esto le añadimos que Alberto Corbacho tuvo su día desde el triple (anotó 6, a cada cual más difícil) y que Pumprla aportó en todas las facetas, mucho tenía que pasar para que Obradoiro no volviera a Santiago con la victoria en el bolsillo.

Pero lo que de verdad quedará grabado en la memoria de los aficionados fuenlabreños no serán ni el festival de Kleber ni los triples de Corbacho, sino la actitud de su equipo. No dieron la talla durante los treinta primeros minutos, fueron un equipo plano, frío, sin sobresaltos y, por supuesto, sin estar metido en el encuentro. Aun así, se fue solo cinco por debajo al descanso, una distancia menor a la merecida y especialmente meritoria si tenemos en cuenta que con Akindele y Panko fuera del partido, el Fuenlabrada estuvo gran parte del encuentro sin un líder en la cancha.

Tras la reanudación, un triple de Javi Vega ponía el empate en el marcador, pero a partir de ahí los de Hugo López cavaron su propia tumba. Obradoiro subió un par de marchas, volvió a encontrar a Kleber y Corbacho y la distancia se disparó hasta los 15 puntos. La pájara del tercer cuarto volvía a hacer acto de presencia, pero esta vez a lo grande. Imperdonable encajar un parcial así con todo lo que había en juego, aunque viendo como fue el choque bastante había tardado Obradoiro en irse en el marcador. Ocurrió al final del tercer cuarto como podía haber ocurrido durante la primera mitad, porque la superioridad gallega así lo merecía.

Esta tónica solo cambió en el último parcial, cuando ya no hay margen de error. Como los malos estudiantes, el Fuenlabrada se dejó los deberes para el final, y casi le sale bien la jugada. Los triples de Steve Burtt y de un Alberto Díaz que fue el mejor de su equipo a la vez que el único en entender lo que exigía el encuentro, metieron al Fuenla de lleno en el partido. Ahora sí, los jugadores afrontaron el partido con la mentalidad necesaria, a lo que la afición reaccionó con fervor. Con ambos dando lo mejor de sí mismos el Fuenlabrada llegó al último minuto a tres puntos y con posesión a favor.

Steve Burtt asumió la responsabilidad, pero su triple no entró. Andy Panko cogió el rebote, pero su gancho cerca del aro no entró, completando un encuentro para olvidar y dejando escapar las escasas opciones que tenía su equipo de culminar la remontada. Aunque el Fuenla llegó a ponerse a dos puntos, en ningún momento dio sensación de conseguir darle la vuelta en el marcador, básicamente porque a Maxi Kleber no le tembló el pulso desde el tiro libre, cerrando la victoria para su equipo y una actuación histórica para él.

El inesperado triunfo de Andorra ante el Joventut complica aún más las cosas a un Fuenlabrada que ayer no pudo sumar su tercera victoria seguida en casa ni evitar su mala racha en casa ante el Obradoiro. Hubiese sido demasiado premio para un equipo que perdió nada menos que 19 balones. Así es imposible ganar a nadie. Así, en definitiva, es imposible salvarse.

82 - Montakit Fuenlabrada (14+19+18+31): Mayo (2), Miso (4), Panko (6), Vega (9), Akindele (7) -quinteto inicial-, Díaz (14), Burtt (19), Diagne (2), Cvetkovic (10), Clark (9) y Smits (-).

88 - Río Natura Monbus Obradoiro (21+19+26+22): Luz (9), Corbacho (24), Pumprla (11), Kleber (36), Triguero (1) -quinteto inicial-, Miller (1), Pozas (-), Nankivil (1) y Waczynski (5).

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