El MONTAKIT Fuenlabrada no aprende la lección y está prácticamente descendido (73-77)

De nuevo, un par de malas acciones en el último minuto de partido impiden al conjunto madrileño llevarse la victoria. La derrota de esta noche hace que mañana puedan descender matemáticamente. Dani Clark fue el mejor del Fuenlabrada con 21 puntos, los mismos que un Panko que firmó unos porcentajes de tiro muy pobres. Al final del partido, parte de la afición pidió la dimisión del presidente, José Quintana. Con este triunfo  el Joventut da un paso de gigante para estar en los play off.

Como ya pasara en otros partidos, el MONTAKIT Fuenlabrada ha cosechado hoy una nueva derrota tras no saber jugar con cabeza los instantes finales de encuentro. Y como ya pasara en otros partidos, el MONTAKIT Fuenlabrada ha sido incapaz de jugar decentemente la posesión definitiva. Tres situaciones que se han repetido demasiadas veces esta temporada y que han provocado que mañana el MONTAKIT Fuenlabrada pueda ser mañana matemáticamente equipo de la Adecco Oro el próximo año.   

Y eso que comenzaron el encuentro ante el FIATC Joventut con una clara premisa: no repetir el inicio de partido de Manresa. Aquel día faltó intensidad, fluidez y acierto desde el primer segundo. Tres aspectos que esta vez sí pudimos ver en el equipo de Sala, que de la mano de un inspirado Dani Clark (tres triples en el primer cuarto), mandó durante todo el primer cuarto. Los fuenlabreños se encontraban con confianza, mientras que el Joventut sufría un bloqueo ofensivo que se prolongó durante varios minutos. Savané, autor de los 6 primeros puntos de su equipo, aprovechaba los pocos regalos que concedía el Fuenlabrada, que tenía completamente controlado el juego exterior. Una canasta de Akindele puso al MONTAKIT 12 arriba (18-6), aunque Miralles y Vidal acabarían con la sequía catalana. Un triple de Miso sobre la bocina ponía el broche de oro a un primer cuarto donde el Fuenlabrada había dominado con claridad, de ahí la ventaja de 10 puntos tras los primeros diez minutos (23-13).

La confianza de los jugadores locales resultó excesiva durante el segundo parcial. Jugadas poco elaboradas, tiros lejanos y precipitados permitían al Joventut recortar distancias a la contra. Rebote, un par de pases como mucho y canasta. Los de Salva Maldonado (recibido con aplausos antes del partido) no necesitaron desplegar un gran juego para ir entrando poco a poco en el encuentro, aunque sin poner en peligro la ventaja fuenlabreña. Al menos hasta que un triple de Suárez delante de Panko puso a la Penya a tres puntos (34-31). El propio Panko y Cvetkovic ampliaron la ventaja hasta los cinco puntos, aunque el dominio local se había esfumado (38-33).

Más aún cuando en la reanudación dos triples seguidos de los visitantes les ponían por delante por primera vez en el partido (38-39). Un espejismo. Panko y un hasta entonces desapercibido Cvetkovic devolvieron la ventaja de 6 puntos al Fuenla. El encuentro entró en un intercambio de golpes que dejó patente los problemas que los chicos de Jesús Sala estaban teniendo para defender la zona. Ni Diagne ni un apático Akindele (y ya van varios partidos así) conseguían parar a un Joventut que encontraba petróleo en la figura de Albert Miralles. A falta un minuto para el último cuarto la Penya se ponía a uno, aunque un triple de Josh Mayo daba algo de respiro a un Fuenlabrada que daba la sensación de ser mejor pero que no terminaba de materializarlo.

Con cuatro puntos de ventaja (58-54) un día más todo apuntaba a un final de infarto en el Fernando Martín.  Los minutos pasaban y el nerviosismo estaba instalado en los dos equipos. La Penya castigaba desde el triple a la vez que no perdonaba los regalos de su rival. El Fuenlabrada tiraba de orgullo. Con Panko negado de cara al aro un poquito de Clark y Akindele era suficiente para mantener la igualdad en el marcador. El público apretaba más que nunca en cada posesión, que se vivía como si fuese la última. La emoción y las necesidades del Fuenlabrada hacían el partido más bonito de lo que en realidad se estaba viendo sobre la cancha. Ninguno de los dos equipos estaban desplegando un gran juego. Solo una genialidad individual o un par de acciones puntuales podían decantar un partido que a falta de un minuto iba directo a la prórroga.

Pero en vez de un tiempo extra tuvimos un par de malas acciones que condenaron al Fuenlabrada. Suton ponía a los suyos dos arriba. A falta de 40 segundos el balón era del Fuenla. Andy Panko cerró su mal día en el tiro (a pesar de acabar con 21 puntos) fallando un tiro tan importante como mal ejecutado. La Penya tenía la oportunidad de cerrar el partido, pero perdió el balón, dándole al Fuenlabrada una oportunidad más de soñar. Pero el sueño volvió a convertirse en pesadilla. Como ya pasara inexplicablemente en partidos anteriores, Alberto Díaz fue el encargado de jugarse la canasta decisiva. El malagueño iba directo a canasta cuando se encontró con el mejor jugador de la tarde, Sitapha Savané, que taponó con una facilidad insultante la inocente bandeja de Díaz. Dos tiros libres de Kirksay cerraron el partido a favor del Joventut por 73-77.

La historia volvía a repetirse. Una serie de malas decisiones en los instantes finales volvían a salirle caro al Fuenlabrada, que ahora depende de Gipuzkoa y Sevilla para no bajar matemáticamente mañana. Si los dos ganan, el MONTAKIT será equipo de Adecco Oro. Y con partidos como hoy, que definen lo que ha sido la temporada, lo será con todo merecimiento.

73 - Montakit Fuenlabrada (23+15+20+15): Díaz (-), Cvetkovic (11), Panko (21), Clark (21), Diagne (-) -quinteto inicial-, Akindele (8), Vega (-), Pérez (-), Miso (5), Smits (-), Sanz (4) y Mayo (3).

77 - Fiatc Joventut (13+20+21+23): Mallet (5), Ventura (-), Kirksay (5), Suton (7), Savané (18) -quinteto inicial-, Vidal (8), Miralles (14), Llovet (2), Abalde (2), Hannah (11) y Suárez (5).

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