Los azulones caen 1-2 con el Castilla tras empezar ganando y dominando

El Fuenla no supo rentabilizar como el Castilla

IMAGEN: CF Fuenlabrada
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El año se acaba para todos, y el C.F. Fuenlabrada no va a ser menos. A dos semanas de entrar en el 2023, los de Mere Hermoso disputaban este domingo su último partido antes del parón navideño. Tras la victoria ante el Sanse, recibían a un Castilla casi imbatible, cuyo potencial ofensivo es difićil de seguir para casi cualquiera en la categoría. La prueba era dura, la recompensa grande: irse de vacaciones con tranquilidad y con la senda de la recuperación muy encaminada. 

Con eso en mente, la versión del Fuenlabrada en los primeros cuarenta y cinco minutos fue casi perfecta. Con lo visto ante el Sanse como base, el equipo planteó un arranque muy agresivo en el campo contrario y en cada pelota dividida. Los de Raúl, insistiendo en buscar a sus centrocampistas por dentro, acumulaban las pérdidas y las dudas. El Fuenlabrada, las ocasiones. Cinco en veinticinco minutos, de las que solo supo aprovechar una Diego García (la más complicada de las tres que tuvo). De Luis, arquero blanco, no tuvo su mejor mañana en el Fernando Torres. 

Con el marcador ya decantado, el Fuenla siguió apretando todavía durante un rato para intentar buscar el segundo. No lo encontró, y pasó de ir a doscientas revoluciones a descansar un poco y concederle más espacio a los madridistas. Es decir, a confiar en su habilidad para defender e intentar salir en velocidad. Cumplió con creces en lo primero, pero no tuvo muchas opciones de ejecutar lo segundo. Una primera mitad, en todo caso, tranquila para un Fuenlabrada que empieza a confiar en sí mismo. 

La segunda mantuvo la misma tónica, pero se inclinó poco a poco hacia el lado madridista. Con cada vez más posesión de balón, se hizo con un protagonismo que no se traducía en muchas ocasiones. Pero los equipos grandes, con calidad a raudales, no necesitan tener muchas ocasiones. Necesitan transformar las que tienen. Y en eso el Castilla puede ir sobrado. 

De un córner (el segundo o tercero del partido) nació el cabezazo de Álvaro Rodríguez para empatar el partido, y de un pase tremendo de Arribas nació el mano a mano de Aranda para hacer el segundo. Balón, calidad, victoria. El gol de Aranda fue el mismo disparo que tuvo por dos veces Diego García en la primera mitad. El delantero azulón no los pudo marcar, el atacante blanco sí. La diferencia entre la victoria y la derrota, y más para un equipo que todavía no está para tirar de épica. 

Perdió el Fuenla, sin merecimiento por una primera mitad sobresaliente pero mucho más diluidos en la segunda. Dejar espacio y salir a la contra no funcionó. Si era un plan, no salió bien. Si fue fruto del cansancio o del empuje de los de Raúl, los de Mere no supieron reaccionar bien. Termina, por fin, el 2022 del descenso y de la decepcionante primera vuelta. Arranca un 2023 que ojalá sea todo lo contrario. 

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA:  Dani Hernández; Cubero, Sotillos, Coch, Juanma, Aguirre (Barbosa); Diamé, Cristóbal (Bravo), Iban Salvador (Alegría); Enzo (Fer Ruiz), Diego García (Amigo)

ONCE DEL REAL MADRID CASTILLA: De Luis; Vinicius Tobias, Carrillo, Marvel, Obrador; Mario Martín, Villar, Álvaro Martín (Aranda), Peter (Theo), Arribas; Álvaro Rodríguez

ÁRBITRO: David López Jiménez

GOLES: 1-0 Diego García, min.16; 1-1 Álvaro Rodríguez, min.55; 1-2 Aranda, min.78

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