El C.F. Fuenlabrada salía de casa para buscar tres puntos más que necesarios para la moral azulona. Tras cinco jornadas sin ganar, donde la mejora fuera de casa se compensó con un deterioro dentro, los de Mere Hermoso no tenían ninguna gana de sumar un sexto partido sin llevarse los tres puntos. Puntos necesarios, aunque no imprescindibles porque era imposible caer en descenso esta jornada. Aun así, había que ganar sí o sí para rebajar la tensión entre los aficionados.
Esa presión se notó desde el primer minuto del encuentro. Un Fuenlabrada que, a priori, podía parecer defensivo por aquello de tener a tres centrales resultó más vertical y opresivo que en partidos con otros esquemas. La versión buena del equipo, aprovechándose de un Sanse que estaba demasiado tímido y apático en su propia casa. Los duelos eran para el Fuenla. Las recuperaciones y la presión, también.
Y con todo eso llegó el gol, tras tres acciones previas en las que la defensa pudo bloquear los disparos de los azulones. Un centro de Cubero desde la línea de fondo que remató impecable Enzo Zidane, cruzado y por bajo, para darle la ventaja a su equipo. Escenario nuevo para los de Mere: ir por delante fuera de casa. Y pudo irse con más ventaja a los vestuarios, de no ser por la parada de Pedro López al lanzamiento de Cubero.
El paso por el descanso no se reflejó en el partido, porque la segunda parte iba a confirmar lo que mostró la primera: estaba mucho más cerca el segundo tanto visitante que el empate local. En cinco minutos, tres ocasiones. Más un córner al palo. Más tres paradas decisivas de Pedro López. Si hablamos de posibilidades, el Fuenlabrada las tenía todas.
Lo único que podía estropearle el triunfo era el marcador, tan corto como inmerecido. El paso de los minutos minó las energías, lo que hizo que el Fuenla replegara más y presionara menos en campo contrario. Siguió haciéndolo, pero más ocasionalmente. Se conformaba con replegarse a su campo y no liarla. El Sanse, más pasivo desde el principio sin balón, se encontró con una posesión estéril, sin capacidad para crear ocasiones ante un muro de piernas azulonas. Y, de hecho, el partido terminó en el campo del Sanse, con varias acciones a balón parado que le dieron la poca tranquilidad que le faltaba a un equipo que, por fin, cuajó un partido casi perfecto.
Tres puntos más al saco fuenlabreño, que saben a gloria. Por que eran necesarios para poner tierra de por medio ante el descenso, demasiado cercano. Por acercarse un poquito (no demasiado) a esa zona media-alta en la que querie estar. Y porque conseguirlos con buenas sensaciones, con un partido controlado y sin sobresaltos, le da un doble valor. Lo único corto fue el resultado. Ahora, a darle continuidad a esta victoria ante el Castilla. El Torres tiene que volver a ser la fortaleza del Fuenlabrada.
ONCE DE LA U.D. SANSE: Pedro López; Aparicio (Javi Gómez), Juanra (Coulibaly), Charlie Dean, Sergio Nieto; Mecerreyes (Raúl Hernández), Villapalos, Borja Sánchez, Borja Martínez; Pedro Benito (Ródenas), Arturo
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Dani Hernández; Cubero, Sotillos, Juanma, Coch, Aguirre (Alegría); Diamé, Cristóbal (Bravo), Iban Salvador (Barbosa), Enzo (Amigo); Diego García
GOLES: 0-1 Enzo Zidane, min.18
ÁRBITRO: Sergiu Claudiu Muresan