Arranca la recta final de la temporada, y el Fuenlabrada se lo juega todo en nueve jornadas. Además, se lo juega casi integramente en casa, donde recibe a cuatro rivales directos. El primer enemigo no era rival directo, pero sí una victoria importante. El Rayo Majadahonda, siete puntos por encima, quería seguir poniendo tierra de por medio. El Fuenla, imitarle. Tres puntos son cada día más necesarios...
El Fuenlabrada salió consciente de su oportunidad. La jornada había salido propicia, y ganar daba, como mínimo, una jornada tranquila. Perder daba ser decimoctavo, quizá con el Pontevedra a un punto. Y con eso en mente, la primera parte fue mejor de lo imaginado.
Con Cristóbal sacando el esmoquin e Iban Salvador el mono de trabajo, el equipo estuvo bien con el balón y notable sin él. La presión alta funcionaba muy bien, y en su campo apenas sufría. Llegaron las ocasiones, pero no entraban. Llegó un penalti sobre Iban Salvador, pero no lo pitaron. Y a los veintiocho minutos, llegó Diego para seguir tirando del carro y marcar su duodécimo gol.
Mas allá de eso, la primera parte fue plácida y solo faltaron más goles. La segunda, ya con más cansancio y centrándose más en mantener el resultado según pasaban los minutos, tomó más protagonismo el Rayo Majadahonda. Apareció más Albiach, entró De Iriondo para dar mejor salida de pelota, y Santaelena metió más hombres altos para intentar ganar unos duelos por alto que perdió de principio a fin.
Pudieron llegar más goles para el Fuenla, de estar más atinados. Pudo empatar el Rayo Majadahonda, más por llegadas que por ocasiones. Pero los azulones, sólidos en defensa y perdiendo muy pocos duelos, supieron contener el empujón final y se quedaron con la portería vacía y los tres puntos en el bolsillo.
Y ya son 35. Los que le sirven para ser decimocuarto, no decimoctavo, como si hubiera perdido. Salieron del descenso de nuevo, y ahora la permanencia pasará por cuatro partidos en casa contra rivales directos, y cuatro fuera con rivales de playoff.
Los doce puntos de casa se antojan imprescindibles. Este equipo ya ha mostrado que puede. Pero, en algún momento, tendrá que demostrar que puede sobrevivir sin Diego García. O mimarle tanto como para que nunca falte. Pero de momento, este equipo sigue estando vivo.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Craninx; Cubero, Sotillos, Coch, Barbosa; Cristóbal (Buer), Álvaro García, Fer Ruiz (Iribas), Santi Jara (Aguirre); Iban Salvador, Diego García (Bueno)
ONCE DEL RAYO MAJADAHONDA: Lucho; Iván Rodríguez, Ofoli, Casado, Héctor (Pinillos); Albiach, Mario (De Iriondo), Javi Ros (Rubi), Nando (Zozulya), Mestanza (Llamas); David Rodríguez
ÁRBITRO: Antonio Sánchez Sánchez
GOLES: 1-0 Diego García, min.28