Con la llegada de las altas temperaturas y le verano, nos deshacemos de grandes enemigos como las alergias al polen o a otros tipos de árboles, pero aparece otro problema que afecta a mucha más población de la que creemos: el estreñimiento estival.
Una de las causas más frecuentes de este problema intestinal es la deshidratación. Al aumentar las temperaturas, el cuerpo suda más rápido, y ello provoca una pérdida de líquidos que, si no se reponen, ocasiona el estreñimiento.
Otras causas que podemos encontrar para este problema son la falta de ejercicio físico (a causa de la apatía y la fatiga que causa hacer deporte bajo el calor), los cambios de dietas y la falta de ingesta de fibra (los viajes provocan que cambiemos nuestros hábitos alimenticios) y, en especial, los cambios de rutina al dejar el trabajo durante días.
Para ello, los expertos y los médicos recomiendan seguir una serie de pautas, sobre todo a nivel alimenticio, para evitarnos el mal trago de estar pegados al cuarto de baño durante largos y dolorosos minutos:
- Beber agua.
- Comer fibra.
- No alterar en exceso nuestra rutina y nuestros hábitos diarios, tratar de mantener la hora de dormir y comidas en su momento oportuno.
- No comer alimentos procesados bajos en fibra.
- Tratar de hacer algo de ejercicio de forma diaria, evitando las horas fuertes de calor.
