El C.F. Fuenlabrada ha cerrado un ciclo, el mejor de su historia. El club ha hecho público con un comunicado que Miguel Melgar deja de ser el director deportivo de la entidad. El máximo responsable deportivo de la entidad durante ocho temporadas abandona su cargo tras terminar un año que, de nuevo, ha resultado decepcionante en cuanto a plantilla y resultados.
Pero si muchos aficionados tienen mal considerado ahora a Melgar, es porque su trabajo les hizo creer durante años que un Fuenlabrada más grande era posible. Trabajó para ello y, en un contexto económico más favorable y con más acierto, consiguió alcanzar metas tan remotas que parecían casi imposibles.
Ocho temporadas dan para mucho, pero en el caso de Melgar la mayoría de ellas se pueden considerar como muy positivas. En un club que ha pasado su vida entre la Segunda B y la Tercera División, bajo su liderazgo sumó tres playoffs de ascenso a Segunda consecutivos. A la tercera llegó la vencida, en 2019: el Fuenla llegó a la Segunda División. El fútbol profesional. Lo imposible era más real que nunca: el Fuenlabrada estaba a la vista de todo el mundo.
Y no solo estuvo a la vista una temporada, lo estuvo tres. Tres años duros, como no podía ser de otra manera. Con lesiones constantes, resultados diversos, varios entrenadores...pero salvándose una y otra vez, e incluso rozando el playoff de ascenso a Primera con el COVID como principal enemigo (causante de daño a todos los niveles).
A nivel de jugadores, suyos son también tanto los triunfos como los fracasos. En ese 2016 en el que llega Melgar, llegan también Cristóbal, Juanma Marrero y Mikel Iribas. A lo largo de los años, llegaron también jugadores que todo el mundo recuerda con cariño por su rendimiento. Diego Cervero, Dioni, Iban Salvador, Luis Milla, Pathé Ciss, Randy Nteka, Fer Ruiz, Mohamed Bouldini, Alejandro Sotillos, Rubén Pulido, Pol Valentín, Pol Freixanet, Javi Belman, Hugo Fraile...La lista es larga. También hizo apuestas de larga duración que no salieron bien, como Aldair Fuentes o Álex Mula. Ontiveros. Mbia (mala suerte, aquí). Los aciertos parecen mucho más relevantes que los errores.
Si los años previos fueron sus mejores, las dos últimas temporadas son las que hacen que una parte de la afición vea como un acierto su salida del club. Las dos temporadas tras el descenso de Segunda División han sido un tormento en cuanto a resultados, y un fallo evidente en la confección de dos plantillas que no funcionaron tanto futbolísticamente como anímicamente. La falta de recursos arriba y la inestabilidad mental se zanjó con dos permanencia in extremis en las que el alivio no tapó las deficiencias claras que existían.
Con unos recursos muy limitados, Melgar consiguió llevar al Fuenla a lo más alto de su historia; y no fue capaz de mantener el nivel una vez el equipo volvió a Primera Federación. Todavía no hay un sustituto en la dirección deportiva, aunque se trabaja para tenerlo disponible lo antes posible. Mientras tanto, el grupo de trabajo en torno de la dirección deportiva sigue trabajando en el mercado a la espera de que llegue un nuevo líder.
