El salto a la adultez siempre trae consigo nuevos desafíos, y uno de los más curiosos entre los jóvenes de la Generación Z es el simple acto de ir a comprar carne en una carnicería tradicional.
Si bien estas generaciones no tienen problema alguno comprando en gigantes del comercio electrónico, la historia cambia radicalmente cuando deben interactuar en un mercado físico, sobre todo en carnicerías y pescaderías. ¿Cuánta cantidad de carne debo pedir? ¿Cuál es la diferencia entre los cortes? ¿Cómo se comunica uno con el carnicero sin parecer que no sabe nada? Estas son las dudas que paralizan a muchos jóvenes a la hora de enfrentarse a la compra de carne en el mercado.
Ser adulto viene con muchas responsabilidades que antes no imaginábamos. Desde pagar facturas hasta hacer compras grandes para la casa, lo que para generaciones anteriores era una tarea cotidiana, para muchos jóvenes hoy en día se convierte en una fuente de ansiedad y confusión.
Un reciente video en TikTok capturó la atención de miles de usuarios cuando una joven de Zaragoza compartió su experiencia en una carnicería local. Con más de 200 000 visualizaciones, @isaalaureano2 confesó que se sentía perdida y avergonzada al pedir en la carnicería, comentando que “no sabía cómo pedir sin sentirme tonta”. Este testimonio resonó entre muchísimos otros jóvenes que compartieron sus propias historias.
Uno de los comentarios relataba cómo un joven, al no saber que el salmón se vende por piezas enteras, acabó comprando uno entero y pagando una cuenta mucho más alta de lo que esperaba. Por vergüenza, no se atrevió a corregir al pescadero y se llevó el pescado entero a casa. Otro usuario compartía su frustración al pedir en la charcutería 50 gramos de queso, llevándose únicamente una loncha y saliendo en silencio para evitar el momento incómodo.
Para la Generación Z, estas experiencias no son excepcionales. Acostumbrados a la comodidad de las compras online y la comunicación por mensajes, enfrentarse a una interacción cara a cara en una tienda física, donde la precisión en las cantidades y la terminología importa, puede ser una fuente de ansiedad. Mientras que generaciones anteriores podían ver esto como algo rutinario, muchos jóvenes prefieren evitar el contacto directo o incluso no están seguros de cómo hacerlo correctamente.
La vergüenza de cometer un error al pedir, junto con la falta de experiencia en la compra de productos frescos, ha hecho que cada vez más jóvenes opten por soluciones online. Según datos recientes, casi el 50% del gasto de los jóvenes se realiza de forma digital, lo que contrasta con generaciones mayores que siguen confiando en las tiendas físicas para este tipo de compras.
Por suerte para muchos y muchas hoy en día se vende prácticamente de todo online
Si te identificas con estas situaciones, debes saber que no eres el único o única. Si quieres evitar la necesidad de enfrentarte a esos momentos incómodos en el mercado, es tan fácil como acudir a carnicerías online como Masmit, que permite realizar tus compras de carne desde la comodidad de tu casa y con atención mediante WhatsApp.
Evitarás preocuparte por pedir cantidades incorrectas o sentir vergüenza al hacer preguntas sobre los cortes de carne. Si tienes alguna de esas dudas que pueden parecer obvias, siempre puedes recurrir al mensaje de texto sin que nadie vea cómo te suben los colores.
Con la digitalización de los servicios, parece que el futuro de las carnicerías también está online, adaptándose a los hábitos de compra de las nuevas generaciones y permitiendo compras fáciles y rápidas desde dispositivos móviles.