Jornada 25 en el grupo uno de la Primera Federación. Una jornada que enfrentará a Lugo y Fuenlabrada, dos equipos con distintos apuros y muchas ganas de sumar. Los fuenlabreños, con todo tipo de bajas y dudas. Los lucenses, con un entrenador nuevo y la meta de acercarse al playoff cuanto antes.
Carlos Martínez tiene varios problemas que tratar de solventar en este Fuenla. Los goles no llegan, la confianza del equipo se reduce con cada derrota, la defensa se resiente en su fiabilidad y tiene que lidiar cada semana con nuevas ausencias. Le hicieron tres fichajes en enero, y uno vino lesionado y otro se lesionó nada más llegar.
Otros cinco jugadores están fuera (Craninx, Alvaro García, Diego Gómez, Barbosa, Durán), y Adalberto tiene molestias y es duda. Por otro lado, Sotillos no estará por acumulación de tarjetas. Ocho jugadores, nueve si finalmente Adalberto no viaja, no estarán disponibles. Como hace una semana, dos y casi todo el último mes. Lo bueno es que recupera a Buer.
Otro dolor de cabeza importante está sobre el césped. El equipo sigue sin funcionar. Primero fue la dificultad para hacer goles, luego la regularidad a lo largo de los noventa minutos, después la pérdida de confianza y seguridad y, tras todo eso, se está sumando que la defensa ya no es una zona tan cómoda y segura como solía ser.
Los malos resultados y las bajas han transformado a un equipo que ha pasado de ser una roca a ser apático y dubitativo. Necesita encadenar buenos resultados y recuperar gente. Lo primero lo tiene más fácil que lo segundo.
En el lado lucense, la temporada se mide con otro prisma. Esta semana ha cambiado a su entrenador, dejando vía libre para la llegada de Roberto Trashorras. Desde la perspectiva azulona, este cambio no se entendería: están tranquilamente en mitad de la tabla, con dos victorias y dos empates en cuatro partidos.
A siete puntos del playoff, nueve del descenso. Pero el Lugo tiene el objetivo más alto: quiere volver a la Segunda División. Por eso no le vale esta última racha, ni la tranquilidad, porque no es esto lo que se busca. Hoy será la primera oportunidad de Trashorras para demostrar que puede cumplir con esos estándares y llevar al equipo, como mínimo, al playoff.