Nuevo día, nuevos retos, nuevas ilusiones. El C.F. Fuenlabrada encara ya la jornada 22 con la visión de un partido muy complicado. Este domingo se enfrentan al Deportivo de la Coruña, y lo hacen en Riazor y llevando ocho partidos sin saber lo que es la victoria. Pinta complicado, aunque los azulones son imprevisibles en su rendimiento. Ahora, además, tienen caras nuevas que podrían empezar a aportar desde ya.
El mercado de fichajes pintaba muy gris para el Fuenlabrada, pero en el último día anunció tres llegadas para cambiar esa perspectiva y aportar un poco de ilusión de cara al resto de la temporada. Bilal para la defensa, y De Camargo y Currás para el ataque fueron las incorporaciones para un equipo que solo ha visto salir a Dani Nieto. Estas incorporaciones aportan nuevas posibilidades para Carlos Martínez, y podrían aportar ese plus que tanto se busca. De Camargo y Currás han viajado convocados con el resto del equipo.
En lo futbolístico, el Fuenla necesita empezar a conseguir victorias para ayer. Todavía está tranquilo en la clasificación, pero eso puede cambiar drásticamente. De mirar hacia el playoff hace dos meses, han pasado a mirar de reojo hacia un descenso que está a seis puntos, cuatro si gana el Sabadell horas antes. Ocho partidos sin ganar son muchos partidos, y hacen que la confianza del equipo no sea todo lo estable que necesitan para hacer su fútbol. Hay que ganar cuanto antes. Ante el Dépor empezó la primera buena racha, y con él podría arrancar la segunda.
En los coruñeses, la situación es la misma que en las últimas temporadas. El apoyo social al equipo es máximo, pero también lo es la exigencia y la crítica. Tras un arranque nefasto, con cinco empates y tres derrotas, los de Idiakez empezaron a remontar el vuelo y ahora ocupan puestos de playoff. Han ganado cuatro de sus últimos cinco partidos, y encaran una segunda vuelta en la que la confianza en sus jóvenes y en una mejora del rendimiento de Lucas Pérez les ilusiona para conseguir el tan ansiado ascenso a la segunda división.
