Ya podéis preparar vuestros "otro pagado por el hijo de Tebas", porque voy a defender al Fuenlabrada en lo que se le puede defender. No, ni me paga el club ni creo que lo vaya a hacer jamás, pero eso da tan igual como todo lo que diré. El 90% de los que leáis esta opinión traéis la vuestra muy formada y no tenéis intención alguna de cambiarla. Intentaré dirigirme a ese 10% que todavía puede cambiar de opinión.
En toda esta situación de pandemia, el club (como todos los clubes) sólo puede controlar dos cosas: que se aplique el protocolo y procurar que sus jugadores estén lo más aislados posible para evitar contagios. En lo primero, incluso, interviene en gran medida La Liga.
En lo segundo, el equipo pisa las instalaciones lo mínimo. Llegan individualmente, entrenan según los criterios del dichoso protocolo y se van a su casa individualmente. Fuera del terreno de juego, siempre con mascarilla y distancia. Y con test constantes. Las investigaciones sobre cómo se ha producido el contagio desde el principio dirán cómo se produjo en primer lugar y cómo se extendió, pero hoy, lo que sabemos es que el Fuenlabrada ha cumplido con el protocolo y sólo hay una duda que veremos después.
¿Por qué no notificó al CSD los cuatro positivos del sábado y el domingo?
Porque desde casi el comienzo de la pandemia, cuando el Gobierno y las comunidades autónomas comenzaron a organizarse, se estableció que son los laboratorios clínicos que realizan los test los que están obligados a comunicar los positivos a las autoridades sanitarias. El club lo ha probado con el Boletín Oficial de La Comunidad de Madrid del 23 de abril y el Boletín Oficial del Estado del 11 de junio. Cuándo o en qué forma notificó el laboratorio esos positivos es algo que o no sé o no tengo cómo probarlo.
¿Convendría remodelar el protocolo para que los clubes y La Liga tengan que avisar a las autoridades sanitarias? A la vista de lo sucedido sí, sin duda. Pero hoy, no es así
¿Por qué el Fuenlabrada, con cuatro positivos confirmados, pudo viajar a A Coruña?
Por dos motivos, porque ninguna autoridad sanitaria lo impidió (quizá por desconocimiento de esos cuatro positivos) y porque no había motivo médico, y lo explico. Según el protocolo, el Fuenlabrada tenía que aislar a los enfermos y seguir haciendo test al resto. Aisló al primer positivo, aisló a los otros tres al día siguiente e hizo test repetidamente a todos los que iban a viajar a Coruña.
Entre el sábado y el lunes, se realizaron tres test PCR y varios test rápidos. Hasta el último PCR, el del lunes (cuyo resultado se conoce ya en Galicia), todos dan negativo, por lo que nadie más estaba enfermo. Sin excusa médica (tenía jugadores sanos suficientes para jugar), el Fuenlabrada no podía pedir el aplazamiento del partido o se arriesgaba a ser sancionado económica y deportivamente por La Liga.
¿Y el informe del director médico del Fuenlabrada que revela elDiario.es?
Ayer, elDiario reveló un informe del director médico del Fuenlabrada en el que recomendaba la cuarentena domiciliaria de toda la expedición del Fuenlabrada. Es un informe fechado a las 19:35 del lunes, es decir, tras conocer los seis contagios en A Coruña. En dicho informe, el doctor asegura que la plantilla ha estado en lugares comunes, a distancias menores de dos metros y durante más de 15 minutos "en los días anteriores". Es esa última expresión la que levanta la polémica, porque nadie sabe a qué se refiere con esos días anteriores.
¿Considera que los entrenamientos son uno de esos lugares comunes, a distancias menores de dos metros y durante más de 15 minutos? Según el protocolo de La Liga, se impide que se den esas condiciones. ¿Se refiere entonces al doctor a que esas condiciones se han dado durante los viajes del equipo? Con un trayecto en avión y varios en autobús (organizados por La Liga), es probable que ese sea el momento donde se dan esas condiciones. Pero en el día a día, según el protocolo de La Liga, no se dan.
He hablado con el club sobre el tema, hace escasos minutos, para preguntar sobre esa referencia. La explicación es la siguiente: entre el primer contagiado, un jugador, y los tres siguientes, empleados del club, no ha existido ni contacto en lugares comunes, ni a distancias menores de 2 metros, ni más de 15 minutos.
Resumiendo, ni habían coincidido. Pero entre el primer contagiado, que es un jugador, y los seis de la expedición que dan positivo el lunes, SÍ ha habido contacto ya en las condiciones mencionadas, aunque sea solo en desplazamientos y entrenamientos (que el protocolo de La Liga, en teoría, evita que se cumplan dichas condiciones)
Esas eran las preguntas que todo el mundo se hace, con respuestas claras en varios puntos. Pero ahora toca hablar de la actitud de algunos clubes ante toda esta situación. Esos clubes, que ahora son ultra dignos y paradigmas de la aplicación del protocolo, han olvidado rápidamente que, por suerte, no les ha tocado a ellos vivir esta situación. Y sí, hablo de suerte, porque el contagio se puede producir por cualquier situación. En tu propia casa, si alguien que vive contigo te lo pega. Afortunadamente no ha sido así, y el Fuenla ha sido el único afectado.
Pero clubes como Deportivo de la Coruña o Elche han olvidado esa situación para defender sus intereses deportivos. Ojo, pueden y deben defender sus intereses, sólo faltaba. Pero han cruzado líneas rojas al culpar al Fuenlabrada por los contagios cuando muy poco depende del club, y ellos lo saben porque están sujetos al mismo protocolo que el Fuenla.
Pero una cosa es defender sus legítimos intereses ante La Liga y recurrir a los medios que tienen a su alcance, y otra cosa es procurar el mal deportivo a un equipo que lo único que ha hecho ha sido enfermar, y obviamente no por voluntad.
Querer que se sancione al Fuenlabrada por viajar cuando no dependía de él, por incomparecencia o incluso que se descienda al equipo por irresponsable es sacar los pies del tiesto. Puedes defender tus derechos sin arrastrar por el barro a un equipo al que, ahora mismo, lo único que le importa es que sus integrantes se recuperen bien y lo más rápido posible. Falta una empatía que ojalá nunca tengan que necesitar.
Al final, todo esto ocurre porque el dichoso protocolo y las normas dejaban espacio a que ocurriese. Si, ante un contagio, los clubes también estuvieran obligados a informar a las autoridades sanitarias, quizá estaríamos hablando de otra situación.
Si se hubiera incluido la obligación de que una plantilla, ante un positivo, se someta a cuarentena hasta que los test digan que es seguro jugar, tampoco habríamos llegado hasta aquí. Pero el protocolo, aprobado por el mismo CSD que tardó poco en golpear al enfermo, no incluye ninguna de estas dos situaciones. Un error que podía haber pagado cualquier club, y que podrá volver a ocurrir si no se enmienda pronto.