Otro empate más. Punto a punto va haciendo camino el Fuenlabrada, con pasitos muy pequeños, mientras capea como puede el torrente de bajas y molestias que asola a la plantilla. Ante el Tenerife, hubo posiciones en las que jugaron los que estaban sanos y ya. Y, pese a que eso es un condicionante grande, los azulones dejaron un mal sabor de boca porque tuvieron muy de cara el partido.
Con Moi Delgado de lateral derecho ante la ausencia por sanción de Mikel Iribas y la vuelta de Pathe Ciss, el Fuenla arrancó en los primeros veinte minutos siendo un equipo agobiante y muy aseado, no dejando jugar al Tenerife y recuperando el balón en campo rival. Ocasiones, ni una. Pero llegó al minuto 21 y vio como Bruno Wilson mandaba a su portería un centro de Pinchi. Máxima rentabilidad, mínimo intento.
Todo iba bien...hasta que dejó de hacerlo. Cuando medio equipo pensaba en presionar arriba y el otro medio en defender atrás los balones largos y combinaciones rápidas del Tenerife, llegaron los problemas. Espacios a mansalva, muchos problemas con las marcas y llegadas al área muy francas se saldaron con nada. Entre Belman y los malos controles de Apeh, el Fuenla se marchó al descanso todavía ganando de forma milagrosa.
Los sustos se sucedieron también en lo físico: Garcés fue sustituido al descanso por precaución, Randy más tarde porque se le subieron los gemelos y Ciss preocupó durante un instante tras una entrada. De momento, sólo sustos sin consecuencias, pero más preocupaciones para un equipo que no tiene hueco ya en la enfermería.
Si el partido ya se había puesto a favor con el autogol y las ocasiones falladas del Tenerife, se pondría definitivamente de cara con la expulsión tonta de Álex Muñoz por sacar una falta sin permiso del colegiado. Tarjeta amarilla, la segunda, y su equipo pasaría media hora con uno menos. Entre eso y que los tinerfeños se habían ido al ataque dejando ocasiones de salir al contragolpe, se avecinaban problemas.
El problema es que no pasó nada. Tuvo muchas contras el Fuenlabrada, es cierto, pero todo se fallaba. Especialmente doloroso fue el mano a mano de Kante con el portero, en el que apuró tanto que no disparó y dio el pase más flojo del partido a un Iban Salvador que no podía creerse ese pase estando completamente solo con la portería vacía. De esos treinta minutos con superioridad numérica se extrae un disparo, y ni siquiera fue a portería.
Y para ahondar más en las desgracias, un nuevo fallo defendiendo supuso el empate a uno en las botas de Pomares, justo el hombre que había entrado tras la expulsión de Álex Muñoz. No fue un solo fallo, fueron varios encadenados que permitieron al lateral rematar sin oposición aunque Moi Delgado y Belman estuvieron a punto de evitar el tanto.
Y así, entre malas sensaciones, terminó el partido con otro punto más. Sumar nunca está mal, pero hay formas y formas de llegar hasta el empate. Y la del Fuenla fue a base de malas decisiones y falta de ideas, un oxígeno mental que empieza a fallar a la vez que se acumulan sin remedio los minutos en muchas piernas cuyos recambios están lesionados.
ONCE DEL C.D. TENERIFE: Dani Hernández; Moore, Bruno Wilson, Carlos Ruiz (Sipcic), Álex Muñoz; Aitor Sanz, Javi Alonso, Nono (Pomares), Vada (Folch); Apeh (Jorge), Fran Sol (Joselu)
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Belman; Moi Delgado, Pulido, Diéguez, Glauder; Ciss (Damián), Cristóbal, Mula (Iban Salvador), Pinchi (Feuillassier); Randy (Jano), Garcés (Kante)
GOLES: 0-1 Bruno Wilson p.p., min.21; 1-1 Pomares, min.76