Irán 60 - 90 España: Hágase la voluntad de Pau

El mayor de los Gasol fue el dominador absoluto del encuentro. Las bajas de Ibaka y Reyes le obligaron a jugar más minutos de los esperados. Irán aguantó un cuarto y medio en un partido en el que debutó Álex Abrines. El tiro de tres puntos, el gran lunar de la selección.

Para muchos, Pau Gasol es Dios en la Tierra. Para otros, hace milagros sobre la cancha. Pero lo que está claro es que él, ni corto ni perezoso,  ha debutado en el Mundial anotando tantos puntos como años tenía Cristo en el momento de su muerte. Es decir, 33. Es decir, un paseo, un abuso, un chorreo, una lección de baloncesto. Llámenlo como ustedes quieran, pero Pau, como Dios, solo hay uno y hoy ha vuelto a alcanzar un nivel de excelencia tan alto que hay que rendirse ante él.

Pero lo que hace tan bueno a Pau es que probablemente no haya jugado este partido al 100% de sus posibilidades. Ni él, ni el resto de sus compañeros, que de campeonatos como este, cortos pero muy exigentes, saben un rato. Cualquier fuerza que se ahorre ahora será valiosa de cara al futuro, cuando se acerque la lucha por las medallas y se crucen en el camino selecciones de mayor enjundia que Irán. Los iranís, por cierto, duraron un cuarto y medio, gracias a la inspiración de Kamrani, la versión islámica de Javi Salgado, que dejó en evidencia en más de una ocasión a la defensa española. Ahí se notó la baja de última hora de Ibaka, que restó esa intensidad tan necesario en momentos como este, donde el rival y la situación del campeonato (apenas es el primer partido) no invitan a forzar la maquinaria más allá de lo necesario.

Pero mediado el segundo cuarto España cambió el chip, apretó en defensa y se fue distanciando en el marcador a paso lento pero seguro. Todo esto coincidió con la entrada de Calderón a la pista, quien quitando a Abrines (que disputó sus primeros cuatro minutos como internacional) ha sido el que menos minutos (13:47) ha jugado en el debut de la selección

Hasta Claver, que se aprovechó de las bajas de Ibaka y Felipe, ha tenido más minutos (19:41), aunque no le han servido para dar el paso adelante que tanto tiempo llevamos esperando. Una oportunidad de oro para reivindicarse en el día de su cumpleaños, pero que se esfuma como el humo al apagar las velas de la tarta.

A nivel colectivo los triples, como durante toda la preparación, volvieron a ser nuestra asignatura pendiente. 7 de 19 para un 37% de acierto. No es una cifra catastrófica, pero sí un aspecto a mejorar, sobre todo teniendo en cuenta el potencial que tenemos con Navarro, Rudy (que volvió a reaparecer tras su lesión anotando 12 puntos), Llull, Chacho o Calderón. Además, que todo el mundo sabe que nuestro fuerte es el juego interior, y hemos vuelto a hacer gala de ello pese a las bajas. Irán no ha sido lo suficientemente exigente como para recurrir a otro tipo de juego, pero habrá rivales como Brasil que intentarán jugar en la zona de tú a tú, y en caso de tener un mal día los exteriores deberán dar un paso adelante, de ahí la importancia de que vayan a más en el torneo.

De momento, el próximo rival será Egipto y ahí estará otra vez Pau Gasol. Un día más para disfrutar de él y un día menos para que se despida, probablemente, de la selección. Esa será, a partir de ahora, nuestra penitencia en este Mundial.

60 - Irán (18+15+17+10): Kamrani (18), Afagh (2), Sahakian (3), Nikkhah Bahrami (9) y Haddadi (16) -equipo inicial-, Arghavan, Yakhchali (4), Kazemi, Zangeneh, Kardoust y Jamshidi (8).

90 - España (27+21+22+20): Pau Gasol (33), Navarro (10), Rubio (3), Llull y Marc Gasol (15) -equipo inicial-, Rudy (12), Rodríguez (6), Calderón (3), Claver (6) y Abrines (2).

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