Cuando todo parecía encaminado a tener otro verano de show mediático con el futuro de Antoine Griezmann, ha llegado Miguel Ángel Gil Marín para pinchar la burbuja. Si el año pasado la cuestión fue si se marchaba o no, éste estaba centrado en el dónde. Doce días de mercado ha durado la tensión,
Ayer, durante la Corrida de la Beneficiencia que se celebró en Las Ventas, el consejero delegado del Atleti quiso acabar de una vez por todas con la intriga. Preguntado por Movistar, sus palabras fueron firmes y categóricas: “Tengo claro dónde va a jugar Griezmann: en el Barcelona. Se sabe desde marzo”.
Unas declaraciones que revelan la molestia del club con el jugador por dos cuestiones. La primera es que siempre tenga en vilo al aficionado mareando la perdiz con un futuro que ya decidió. Y la segunda es, precisamente, cuándo lo decidió. "Se sabe desde marzo" no es una frase elegida al azar. En ese momento, el Atleti ya supo que Griezmann había atado su llegada al Barça. Según AS, incluso antes de jugarse el Barça-Atleti de Liga.
El hartazgo de Gil Marín llega un día después de que Griezmann, tras jugar contra Andorra, siguiera dando rodeos sobre su futuro: "Sé dónde quiero jugar, como he dicho en Francia y los sacrificios que hay que hacer. Sólo pido un poco de paciencia. Yo también estoy impaciente. No sé si el 1 de julio es el día clave".