El C.F. Fuenlabrada vuelve a encontrarse con el Recreativo de Huelva. Un duelo marcado para siempre en la historia de ambos, más en la de los azulones, desde hace cinco años. Desde aquel 1-1 en el Nuevo Colombino, en junio de 2019, un equipo tiene ese día como el más importante y brillante de su historia. El otro, como un duro golpe dentro de una catástrofe deportiva en la que llevan inmersos durante décadas.
Cinco años después, la foto actual bien podría ser la de entonces. Ambos siguen donde estaban, en la Primera Federación, pero el brillo es todavía menor. Con la jornada siete ya empezada, el escenario no es nada halagador para los dos. El Fuenla está en descenso y con una sola victoria, y el Recreativo es el colista sin haber conseguido aún sumar de tres. En este momento tan tempranero de la temporada, una victoria puede cambiar mucho la situación en la tabla. Pero lo más necesario es cambiar mucho la situación sobre el césped.
El equipo de Alfredo Sánchez tropezó con fuerza la semana pasada. Venía de dos partidos buenos fuera de casa, ganando al Yeclano y teniendo en su mano al Marbella. El camino empezaba a estar marcado y el equipo evolucionaba, pero las buenas sensaciones se fueron de golpe haciendo un muy mal encuentro ante el Atlético de Madrid en el Torres. Sin llegada, errático con la pelota y sin ideas, la involución fue evidente.
El Recreativo de Abel Gómez necesita resultados con urgencia. Su estreno fue positivo, con un empate a tres ante el Mérida, al que siguió otra igualada en casa. Desde entonces, tres derrotas y un empate les han llevado hasta lo más hondo de la clasificación, donde la fortaleza mental es mucho más importante que el fútbol para remontar el vuelo.
El Fuenlabrada tiene la buena suerte de no contar con ningún lesionado esta semana, a lo que hay que sumar más entrenamientos de rodaje para Aguza y Fer Ruiz, para que vuelvan a su mejor forma física. En el Recre, la ausencia será la de Gálvez, que cumple sanción tras ser expulsado ante el Ceuta.
