El Fuenlabrada no quiere perderse ninguna fiesta. Lleva nueve partidos poniéndose guapo, sin más intención que sobrevivir. Pero tras el décimo, ya viste con sus mejores galas. Falta solo la corbata, sumar un punto en Riazor. Con eso, tendrá pase VIP para un reservado muy lujoso: el del playoff de ascenso.
Sí, el Fuenla ganó al Elche, 3-1. Porque tiene hambre, porque puede, porque a hambre e ilusión pocos le ganan, porque su inercia es brutalmente ganadora, porque la suerte acompaña al trabajo...Porque todo encaja en definitiva. Sufrió, se rehízo con contundencia, volvió a sufrir y sacó el mazo al final. Hay que hacer muchas cosas bien y un poco más para ganarle a este Fuenla
Y eso que los de Sandoval lo pasaron mal en la primera mitad. El Elche encontró en la banda izquierda de su ataque un filón que aprovecharon una y otra vez para llegar hasta la línea de fondo y centrar al corazón del área. Además, controlaban los espacios y las segundas jugadas. No daba con la tecla el Fuenla para cerrar las vías de agua, y el otro gran problema es que sus tres centrocampistas se fueron al descanso con tarjeta amarilla. Tuvieron dos ocasiones claras los ilicitanos, pero sin éxito.
Como empieza a ser habitual, Sandoval obró el milagro en los vestuarios. No se sabe qué dice, pero dio con la tecla en Cádiz y ha vuelto a darla ante el Elche. Al primer córner que tuvieron, Glauder aprovechó el barullo para disparar. Despejó como pudo Edgar Badía, pero Jeisson cazó el remate y la mandó a la red (tocando el portero y Verdú en el camino). Tres minutos después, Jonathas sacó la mano a pasear en un salto y tocó el balón como quien toca un erizo, sabiendo que te va a doler pero ya es demasiado tarde. Hugo Fraile lo transformó.
Sólo iban cinco minutos de la segunda mitad y el Fuenla había ganado medio partido, solucionando de paso todos sus problemas. Lo intentó el Elche, y el encuentro pudo cambiar tras el penalti de Iribas por mano que transformó Jonathas. Los de Pacheta se echaron a vivir en el campo de los fuenlabreños.
Desde entonces, el espectador tuvo claro que podían caer goles por cualquier lado. Sorprendentemente, el Elche rentabilizó muy poco el intentar asfixiar al Fuenla (dos disparos claros), pero los azulones se defendían con orden y sin perder en ningún momento la cabeza. Porque los cambios de Sandoval, metiendo a Chico y Clavería por Hugo Fraile y Jeisson, también ayudaron mucho a ello. Y porque sabían que, si robaban buenos balones, podían sentenciar el partido a la contra.
Y lo hicieron. Pudieron conseguirlo antes, en contraataques en los que siempre tenían superioridad, pero entre el portero y alguna acción defensiva acertada el Elche había esquivado esas balas. Hasta que se quedó sin opción casi al final, en el minuto 93, cuando José Rodríguez pudo tirar la carrera desde tres cuartos de su campo hasta casi la línea de fondo rival para batir a placer a Badía. Un dos contra dos en la contra en el que nadie cubrió ni entró a José, ni tampoco a Iban Salvador que entraba solo por el centro del área. Un final que pudo llegar antes, pero que se vio venir hasta que fue inevitable.
Hoy, el aficionado azulón tiene un motivo más para soñar con el playoff y para estar orgulloso de un equipo que está a un paso de conseguir algo tan tremendo como inimaginable hace diez jornadas: disputar el playoff de ascenso a Primera División en su primera temporada en Segunda. Y con cambio de entrenador y pandemia de por medio. Si lo consiguen, escribirán otra bonita página en la historia del club. Sólo queda sacar un punto de Riazor.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Femenías; Iribas, Prieto, Juanma, Glauder; Ciss, Randy (Iban Salvador), Cristóbal (José Rodríguez); Hugo Fraile (Chico Flores), Anderson (José Fran), Jeisson (Clavería)
ONCE DEL ELCHE C.F.: Edu Badía; Óscar Gil (Tekio), Verdú, Josema, Armada (Medina); Josan, Manolín (Escriche), Víctor Rodríguez, Iván Sánchez; Jonathas, Nino (Pere Milla)
GOLES: 1-0 Jeisson, min.46; 2-0 Hugo Fraile p., min.49; 2-1 Jonathas p., min.75; 3-1 José Rodríguez, min.94
