El norteamericano firmó una actuación colosal (30 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 35 de valoración) que disipa cualquier duda sobre su nivel de juego. Gran partido del MONTAKIT, que vuelve a la senda de la victoria tras seis derrotas consecutivas. Los de Casimiro anotaron siete triples en el tercer cuarto, suficiente para sentenciar el encuentro a falta de diez minutos.
A lo lejos, entre peso pesado y peso pesado de la liga, asomaba en el calendario del MONTAKIT Fuenlabrada un partido cuya importancia crecía a la par que los días (y las derrotas) se iban acumulando. Ese encuentro era el del Morabanc Andorra, un oasis después del árido terreno que le había tocado recorrer al equipo. Era el partido, el que había que ganar sí o sí para mirar el futuro con cierto optimismo. Los jugadores, la afición y Andy Panko lo sabían, y todos ellos unieron esta tarde sus fuerzas para vencer y convencer, pasando por encima a un rival que se quedó desdibujado ante un equipo, el MONTAKIT, que dio la sensación de llevar semanas preparándose para este encuentro.
La profesionalidad del entrenador y los jugadores les llevó a realizar grandes esfuerzos aun sabiendo que ganar al Madrid, al Barça o al Unicaja era poco menos que un milagro (aunque esta no sea la mejor semana para decirlo). El partido para sumar la segunda victoria de la Andorra, y de eso no había ninguna duda. Como ninguna duda ha dejado hoy el equipo, que a partir del segundo cuarto encontró la inspiración ofensiva, sobre todo desde el triple, para irse tanto en el marcador que hasta sobró el último cuarto.
El gran culpable de ello fue Andy Panko, que no tardó demasiado en demostrar que hoy iba a ser su día, ese que tanto llevaba esperando el equipo. Desde el principio se le vio participativo, castigando por dentro y por fuera, tomando buenas decisiones en ataque, lo que se traducía en puntos para él y para sus compañeros. En definitiva, fue el Andy Panko que tanto disfrutó el Fernando Martín la temporada pasada y que, por alguna extraña razón, hasta este año apenas había dado señales de vida. Con él en plan MV, la victoria dependía más del Fuenlabrada que del Andorra, que volvió a demostrar que en casa es un equipo y fuera otro bien distinto.
Los de Peñarroya solo aguantaron el primer cuarto (17-14), que fue un intercambio de canastas que hacía presagiar un choque igualado. Pero nada más lejos de la realidad. A partir del minuto 15, Andorra se despidió lentamente de cualquier opción de victoria. Hasta ese momento el encuentro seguía igualado, pero los del principado se bloquearon en ataque y el Fuenlabrada, de nuevo con Panko de líder, poco a poco fue distanciándose en el marcador, poniendo la diferencia en catorce puntos al descanso (42-28) gracias a un triple de Javi Vega.
Capítulo aparte para el capitán, que firmó un encuentro perfecto en el lanzamiento de larga distancia, anotando cuatro triples sin fallo para un total de 14 puntos, 5 rebotes y 19 de valoración. Él era el reflejo de que al MONTAKIT le salía todo. Incluso supo gestionar perfectamente una situación que ya había vivido con anterioridad, la de tener una ventaja cómoda a su favor tras el descanso. Esos catorce puntos eran un buen colchón, pero aún quedaban veinte minutos por jugar, todo un mundo.
Los de Casimiro, conscientes de que ya habían dejado escapar varias victorias por no saber manejar rentas similares, no dieron ninguna opción con una contundencia tan gratificante como sorprendente a ojos de sus aficionados. Los triples, uno de los lunares del equipo, sobre todo al inicio de la temporada, se convirtió en la mejor arma para cerrar el encuentro. Anotaron nada menos que siete durante el tercer cuarto, llegando al final con un fabuloso 11 de 22. La distancia se disparó hasta los 25 puntos, muestra del gran acierto del equipo, que por momentos parecía ver el aro como una piscina. Fueron los mejores minutos del Fuenlabrada durante esta temporada.
El último cuarto sobró, tal cual. Ni siquiera Andorra pudo maquillar el resultado. Llegó a ponerse a 16, pero el Fuenlabrada hoy no estaba para hacer concesiones. Volvió a irse por encima de 20 y Casimiro, a pocos segundos para el final, quitó a Panko para que se llevara la ovación de la tarde. Él mejor que nadie ha representado las dificultades del equipo en este inicio de temporada, al igual que hoy ha representado las ganas de seguir adelante y dar la vuelta a la situación, tanto a nivel individual como colectivo.
Él, junto al resto de compañeros, ha terminado el partido dando la vuelta al ruedo, como los buenos toreros, como muestra de agradecimiento a una afición que hoy ha vuelto a dar una lección de compromiso. Al igual Panko la ha dado hoy de baloncesto. Y con 30 puntos nada menos.
88 - Montakit Fuenlabrada (17+25+31+15): Rodríguez (-), Baron (15), Panko (30), Clark (12), Diagné (2) -cinco inicial- Akindele (6), Díaz (8), Miso (1), Vega (14) y Smits (-).
65 - MoraBanc Andorra (14+14+20+17): Schreiner (6), Navarro (11), Gomes (2), Trias (8), Ivanov (6) -cinco inicial-, Bogris (16), Green (6), Blanch (1), Biviá (6) y Martínez (3).
