El Soporte Vital Básico comprende una serie de medidas que se deben poner en marcha ante una situación de parada cardiorrespiratoria hasta la llegada de los servicios de emergencia sanitarios y que debería conocer toda la población general.
Las técnicas de soporte vital comprenden la correcta realización de compresiones torácicas y ventilaciones, el uso del desfibrilador automático y otras como la posición lateral de seguridad y cómo actuar en caso de atragantamiento (obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño) en una secuencia de pasos denominada "cadena de supervivencia".
La necesidad de la formación en soporte vital a la población general se debe a que cuanto más precoz es la atención de la víctima de una parada cardíaca mejor es la supervivencia (disminuye un 10% por cada minuto que transcurre) y los resultados posteriores.
Según han informado desde el hospital, los conocimientos de soporte vital (reanimación cardiopulmonar y empleo de un desfibrilador semiautomático), "no deberían ser exclusivos de determinado colectivo profesional, puesto que cualquier persona puede ser testigo de una muerte súbita y es fundamental que sepan actuar de forma correcta si queremos disminuir el número de muertes evitables".