De los más de 40 millones de inmuebles de España, aproximadamente el 3% se encuentra en venta o en alquiler. El mercado ha crecido, tal y como vaticinaban los análisis de tendencias del mercado inmobiliario a comienzos de año, pero no tan fuerza como se esperaba. La inestabilidad causada por el coronavirus sigue patente, sobre todo por el surgimiento de variantes que siguen afectando a la salud de la población.
Lo que no cambia es el foco. De todos los territorios de España, los que más cuota de mercado acaparan son Málaga, Alicante, Valencia, Barcelona y, por supuesto, Madrid. La gran capital nacional sigue siendo uno de los principales puntos de interés ya no solo a nivel de consumo en este mercado, sino también a nivel de inversión. Aunque, todo sea dicho, las grandes inversiones empiezan a mirar cada vez más de frente a la Ciudad Condal, Barcelona.
¿Cómo se encuentra el mercado inmobiliario de Madrid?
A lo largo del año, el principal cambio de tendencia se ha visto en comparación con Barcelona. A diferencia de 2020, 2019 o incluso 2018, en 2021, la inversión mobiliaria se ha desplazado más de Madrid hacia Barcelona. En un periodo en el que la inversión total a nivel nacional ha aumentado un 33%, la capital catalana ha adelantado a la madrileña por casi 9 puntos. De esta forma, de una inversión total de 10.500 millones de euros en compras, casi 3.000 millones han ido a parar a Barcelona y algo más de 2.000 millones a Madrid.
Ese dinero se ha repartido de forma diferente a lo largo y ancho de los distintos barrios de Madrid. Todo, con el fin de amortizar las inversiones a base de alquileres. Los lugares más céntricos han visto cierta migración de negocios y habitantes debido a los altos costes y una disminución del poder adquisitivo causada por los problemas que ha traído la pandemia. No obstante, lo que sí es común a toda la ciudad es que el precio de la vivienda ha subido, y considerablemente.
De la venta no se puede decir lo mismo. El mercado ha alcanzado niveles en precios que se acercan a los de mediados de 2019, de hecho, desde verano de 2021, las cifras han dido disminuyendo y acercándose a las de los meses más duros de la pandemia. Los propietarios se han visto obligados a bajar cifras para conseguir impulsar las ventas. Y, aun así, está siendo difícil. La incertidumbre económica y laboral está llevando a más y más personas a dudar a la hora de comprar.
Tampoco ayuda un panorama laboral poco halagüeño. Los salarios siguen estancados y las contrataciones aumentan, pero no con las mejores condiciones. Eso, sumado a un encarecimiento de todo lo que rodea al consumidor, impide que este tenga fácil acceso a la vivienda. Sumemos a eso que la capital, al igual que sucede con otras grandes ciudades, es de las localidades con los precios más caros del mecado inmobiliario. Es el cóctel perfecto para que la intención de compra disminuya.
¿Y qué pasa con los alquileres?
Los alquileres tampoco han pasado por un mejor año que las ventas, por exactamente las mismas razones que se han mencionado. De cara a 2022, el futuro que se prevé empieza por una bajada de precios. Ya se vieron en verano y se han mantenido a lo largo de todos lo meses. Las cifras de los alquileres se han visto obligadas a disminuir porque, de lo contrario, el mercado estaría sangrando como nunca antes. Por otra parte, se está viendo y se seguirá viendo cierta migración en la propia localidad.
Los inquilinos se están marchando de las zonas céntricas y prefieren desplazarse a las periferias. No se debe solo a que suelan tener precios más bajos, que también, sino a la disponibilidad de espacios. Generalmente, el centro de Madrid está mucho más masificado que cualquier barrio exterior, lo que afecta a las condiciones de vida y a algo tan lógico como ignorado en ocasiones: la tranquilidad del inquilino.
Con todo esto, muchos especialistas aseguran que ahora es un buen momento para alquilar vivienda en Madrid. Los precios están a la baja, aunque se prevé que sigan bajando, lo que hace mucho más accesible la entrada a los inmuebles. Asimismo, se espera que, ya bien entrado en 2022, la recuperación de la economía vuelva a elevar los precios y encarezca todos los inmuebles tanto de alquiler como de compra. Por eso, insisten, estamos en uno de los momentos clave para cambiar de vivienda o entrar a vivir a una nueva por primera vez.
El mercado está en constante cambio, más aún por la extraña situación que están atravesando tanto el país como el mundo entero. Es difícil trazar predicciones precisas, sobre todo viendo cómo el virus evoluciona, muta y vuelve a extenderse. Lo que queda claro es que, para acertar con seguridad, ahora es el momento.
