Una casi victoria que casi termina en derrota

Decepcionante empate a dos del Fuenlabrada, que llegó a ir ganando 2-0 ante el Alcorcón

Ni siquiera cuando el partido está más de cara, el Fuenlabrada es capaz de asegurarlo. El partido ante el Alcorcón se planteaba como una final para ambos, más para el que más opciones tiene (los azulones). Si esto era un examen para la permanencia, ambos lo han suspendido. Los ataques de los dos equipos que menos goles marcan de la categoría fueron mucho mejores que sus defensas. Eso resume el momento vital común. 

La primera parte fue buena, especialmente del Fuenla. Si llevaba la pelota al campo contrario, vivía muy bien. Con Ontiveros y Bouldini a pleno rendimiento y el resto dando el callo en la presión, las ocasiones llegaban. Lo que no termina de llegar es el gol, que Ontiveros tuvo cerca dos veces y Bouldini otras dos, antes de su golazo de chilena antes del descanso. 

El problema no está tanto de centro del campo hacia arriba, porque las ocasiones están. El problema es cuando el equipo defiende en campo propio, y ese problema ya estaba mucho antes del desastre de la segunda mitad. Cada segunda jugada en campo propio terminaba de forma casi irremediable en posesión alfarera, y viceversa en el campo contrario. La diferencia es que el Alcorcón tuvo una y la falló milagrosamente Apeh con un resbalón. El Fuenla tuvo cuatro o cinco y Bouldini acertó (y de qué manera) en la última de la primera mitad. 

La segunda parte se plantaba igual, con los equipos mucho mejor en campo rival que en el propio. A los puntos seguía ganando el Fuenla, que en el duelo de la ceguera de cara a puerta sólo estaba tuerto. Un penalti por mano supuso el segundo en los pies de Pedro León, y todo pintaba bien para un Fuenla que parecía que, por fin, podía tener un partido que ganar con autoridad y goles. 

Pero todo iba bien hasta que comenzó a ir mal. Tras ese tanto, el equipo empezó a refugiarse en el único sitio del campo en el que no debe, porque muestra una inseguridad irreparable: su propio campo. El Alcorcón detectó un agujero en la zona izquierda, por la que el recién entrado Valencia se hizo una autopista. Y de ahí vinieron los dos goles de la remontada, con un centro tras un saque de banda y un centro muy lejano. 

El primero viene en una jugada en la que José Ángel estuvo tanto tiempo solo dentro del área esperando a que le llegara la pelota que le dio tiempo a llegar, esperar, pedir la pelota y rematar a placer. De entre todos los defensores que había, ninguno le vio o marcó. Misma situación con el gol del empate, en un centro lejanísimo sobre el área que Apeh remató a placer y sin oposición. 

De ahí hasta el pitido final, un quiero y no puedo del Fuenlabrada frente a un quiero y no me sale de un Alcorcón que tiene que pedir varios milagros para poder soñar con la salvación. Los de Pellicer, pese a todo, sólo tienen que pedirle algo al señor: que el Mirandés no gane en Almería, para que la distancia se mantenga en cinco puntos o incluso se recorte uno. 

Era la oportunidad, de las mejores que va a tener el equipo azulón de aquí al final de la temporada. No está todo perdido, claro: quedan catorce partidos. Pero lo que quedan son las sensaciones de que este equipo no puede ganar un partido ni teniéndolo tan a favor como lo tenía en el minuto 63. En el 74, ya lo tenía en contra. Si importante es competir contra los grandes, lo es más ganar contra los pequeños. Porque es con ellos con quien te vas a jugar la permanencia. Y de esos duelos, ya queda uno menos. 

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Morro; Sotillos, Tachi, Pulido, Iribas (Pol Valentín); Agu (Zozulya), Dieguez; Cristóbal (Adrián), Pedro León (Anderson), Ontiveros; Bouldini

ONCE DE LA A.D. ALCORCÓN: Cristian Rivero; Laure (Víctor García), Óscar Rivas, David Fernández, Calero; Olabe (Borja Valle), José Ángel, Hugo Fraile (Valencia), Arribas; Zarfino (Gorosito), Apeh (Israel)

GOLES: 1-0 Bouldini, min.45; 2-0 Pedro León, min.63; 2-1 José Ángel, min.67; 2-2 Apeh, min.74

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