El Fuenlabrada ha superado con creces el mayor desafío de lo que va de temporada. El Espanyol, equipo prácticamente imbatible, no perdió en el Torres porque Feuillassier y Sekou no acertaron en los primeros diez minutos de partido. Era un enfrentamiento entre David y Goliat, y no se supo bien quién era quién a lo largo de los noventa minutos.
Los de Sandoval (mismo once que ante el Alcorcón, pero con Mula) marcaron el paso desde el principio, y a los diecisiete segundos le sacaron un balón sobre la línea a Feuillassier. Las claves estaban claras: o balones largos para que los baje o prolongue Sekou y empiece la jugada o aperturas constantes a la banda derecha, donde Iribas y Mula hicieron un destrozo en la primera mitad. A la de Feuillassier se sumó la ocasión de Sekou, aún más clara, que mandó su potente cabezazo al larguero.
El Espanyol intentaba realizar salidas rápidas con la pelota, pero casi siempre estuvo acertado el Fuenlabrada para cortarlas antes de que fuera demasiado tarde. Pero el Espanyol es lo que es, en buena parte, porque tiene dos jugadores decisivos: Embarba y De Tomás. El segundo apenas apareció en todo el partido, pero el primero fue un dolor de muelas que se inventó el gol de los pericos de la nada. Dos defensas al suelo, salida del portero para nada y el pase a De Tomás que toca Glauder accidentalmente. De donde no había nada, fabricaron un gol.
Lo positivo para el Fuenla es que no hizo mella en su forma de ejecutar el partido. Antes y después del partido hizo lo mismo, ser muy sólido y solidario en la presión, y rápido moviendo la pelota hacia donde querían tenerla. En todo o casi todo los once de campo estuvieron muy bien, pero Mula y Sekou se llevan nuestro sobresaliente.
A la vuelta de los vestuarios quiso el Espanyol salir muy fuerte para intentar poner el segundo, pero el impulso duró menos de diez minutos. Después, una mezcla de conformismo y buen hacer del Fuenla hicieron que los de Vicente Moreno quedaran reducidos a su faceta defensiva, sin volver a acercarse apenas al arco de un Dragan que fue más espectador que arquero.
Insistió el Fuenlabrada una y otra vez, con poco acierto. La mejor oportunidad fue un lanzamiento de falta de Mula que se perdió muy cerca de la escuadra de Diego López. Luego, Randy no acertó a rematar solo más allá del segundo palo. Todo apuntaba a que los azulones se iban a ir con una derrota de lo más injusta...
...Hasta que Diego López tuvo una mala salida a tres minutos del final e hizo penalti. Sandoval hizo muy pocos cambios, convencido quizá de que lo funciona no se toca, pero uno de ellos fue meter a Kanté, y a él fue al que derribó el portero perico sin dejar lugar a la duda. Sekou, que sigue con el instinto desatado, puso la pelota fuerte y alta por el centro.
Un empate que hizo justicia con un Fuenlabrada que hizo mucho y muy bien, y estuvo a punto de irse de vacío. Pudo ser una victoria, con esas dos grandes ocasiones nada más empezar. Pero sumar ante un líder que mete mucho miedo y hacerlo dando la mejor versión y reduciendo al mínimo al Espanyol tiene mucho mérito. El Fuenla no merecía perder.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Rosic; Iribas, Juanma, Diéguez, Glauder; Ciss, Cristóbal, Mula (Moi), Feuillassier (Kanté)
ONCE DEL R.C.D. ESPANYOL: Diego López; Llambrich (Óscar Gil), Calero, Cabrera, Dídac; Darder (Fran Mérida), David López, Melendo (Pol Lozano), Embarba; Vargas (Wu Lei), De Tomás (Campuzano)
GOLES: 0-1 De Tomás, min.26; 1-1 Sekou p., min.87
ÁRBITRO: Eduardo Prieto Iglesias
