Tras varios partidos en los que el Fuenlabrada ofrecía una de cal y otra de arena (nunca supe cuál representaba lo bueno y lo malo), ante el Eibar pudimos ver una versión que se acerca al buen juego y a la regularidad que hace tiempo se echa de menos. Todos los defectos no se retocan en un día, pero para este partido al menos el maquillaje le hizo lucir bien.
El concepto de lo que es buen juego es muy subjetivo, y en este caso alude a las cosas que haces para obtener un resultado que quieres. Cómo quieres llegar a tu objetivo, en definitiva. En el caso del Fuenla, se vio claro desde el principio: toca rápido y muévete, pero que la pelota se mueva más que tú. Del centro del campo hacia adelante, cuantos menos toques mejor. De primeras, veloz y de lado a lado. Y como aturdes al rival, podrás hacerle que sude para salir con la pelota de sus dominios.
Sobre el papel, el plan parece fácil. Pero el Fuenla es el Fuenla (y más mermado), el Eibar es el Eibar y la situación de ambos es la que es (radicalmente distinta). Pero ayuda mucho que, por ejemplo, Iban Salvador haya vuelto y siga siendo tan decisivo como siempre. Ponerle a juguetear por la mediapunta es hacerle un regalo, y que pueda asociarse con otros niños traviesos como Anderson o Pol Valentín genera diversión para la parroquia. Si le sumamos el oficio de Zozulya (que terminó lesionado) y una buena versión de Mbia y Cristóbal, tenemos una primera parte muy buena.
No perfecta, claro, porque lo que el Fuenla arregla por arriba lo estropea por abajo. En defensa, cuanto menos tenga la pelota, mejor. Las pérdidas evitables siguen estando ahí, y el Eibar estuvo muy cerca de castigarlas (al igual que dos salidas en falso de Altube). El casi también se le anota al Fuenla.
Al descanso el escenario no cambió, pero se niveló. Garitano metió a Expósito y Sielva para quitar a un inédito Blanco Leschuk (como Stoichkov, como Corpas) y a Javi Muñoz, y Oltra tuvo que retirar a Zozulya por molestias físicas. Eligió a Dago en vez de a Soldano, lo cual llama la atención. Pero lo importante es que el Eibar comenzó a tener la pelota con más tranquilidad y el Fuenla, tras el trabajo intenso de la primera mitad, bajó un poco el listón sin perderle la cara a la portería rival.
De hecho, el único gol del partido lo hizo el Fuenlabrada, aunque fuera anulado. Una triple ocasión en la que el primer disparo de Cristóbal lo atajó Yoel, el segundo el palo y Anderson la metió en la red a la tercera pero en posición ilegal. El Eibar, tirando de empuje, lo intentó también sin éxito. Otro partido que ellos no pierden, otro partido que el Fuenla no gana. Pero hay formas y formas de empatar. Esta, que a nivel clasificatorio sirve de poco, puede servir de mucho anímicamente.
Oltra: "Una pena que la recompensa sea sólo un punto"
"Probablemente, el punto sea insuficiente por la situación, porque no terminas de ganar, e incluso por los méritos sobre el terreno de juego. Pero también te queda la satisfacción de que, ante una de las mejores plantillas, ellos se van contentos de sacar un punto, señal de que no lo han pasado bien. La primera parte me ha gustado mucho, en la segunda se ha igualado todo. El punto es relativamente justo".
"Hoy cae Zozulya en el descanso, que me ha pedido el cambio, se ha notado una molestia. Tenía dos opciones en el banquillo, Dago o Soldano, y me he decantado por Dago para tacar los espacios y ver si anticipaba alguna acción. También es verdad que hay que ir con cuidado con él porque comete pecados de juventud y hoy, cuando le han sacado la amarilla, estábamos todos sufriendo y diciéndole que fuera con cuidado".
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Altube; Iribas, Pulido, Juanma, Pol Valentín; Cristóbal, Mbia, Pedro León, Anderson (Pina); Zozulya (Dago), Iban Salvador (Mula)
ONCE DE LA S.D. EIBAR: Yoel; Rober, Esteban, Etxeita, Toño García; Javi Muñoz (Sielva), Sergio Álvarez; Stoichkov (Yanis), Corpas, Quique (Llorente); Blanco Leschuk (Expósito)
