Empate a cero entre Almería y Fuenlabrada en un partido rápidamente olvidable

Pizarrazo anestésico y un punto más al saco

Los dos equipos necesitaban tres puntos y se hizo notar: nadie hizo gran cosa por miedo a perder. El partido, que se antojaba vital para ambos, no arrojó un espectáculo que justificara pagar una entrada. Controlar al rival se antojó más importante que desequilibrarle.

Hubo ratos en los que brillaba la circulación tanto del Almería como del Fuenlabrada, pero la tónica dominante era la presión y recuperación. Ambos equipos se propusieron jugar treinta metros a cada lado de la línea central, y muy pocas veces pudieron superar la maraña de hombres para llegar al área contraria. Sin peligro en el caso del Almería, con mucha más intención el Fuenlabrada. De hecho, la ocasión más clara la tuvieron los fuenlabreños con un pase atrás de Hugo Fraile que Iban Salvador estrelló en un defensa.

Si tenía que pasar algo en la segunda mitad, debían ocurrir varias cosas. O bajaba el nivel de presión (mejorando las circulaciones), o los dos equipos se estiraban y ampliaban la zona de juego, o probaban a meter balones largos para intentar ganar alguna carrera. Pero, si se mantenía el guión, la segunda parte no nos iba a deparar nada bueno (como espectadores).

Para tristeza de todos, nada cambió tras el descanso. El Fuenlabrada tuvo que hacer un cambio forzado, la marcha de Iribas (dolorido tras la última acción) para que entrara Sotillos. La pizarra siguió dominando sobre cualquier atisbo de juego de cualquiera de los dos equipos, y sólo hubo un detalle que podría haber cambiado el guión.

Pasaron los cambios, pero el último que hizo el Fuenla llamó un poco la atención porque rompió la monotonía. La entrada de Oriol Riera en los últimos minutos hizo que pudieran mandarle balones largos para que bajara y mantuviera la pelota para su equipo, impidiendo al Almería acosar la puerta en los últimos compases. De esa manera, el balón pasó a estar en el campo de los locales y terminó cualquier pequeña (pequeñísima) opción local de ganar.

La mentalidad y las rachas son muy importantes en el fútbol, y basta comparar el partido de la primera vuelta (hace sólo dos meses) con éste para ver que los dos equipos han cambiado mucho, fruto de sus circunstancias. Este punto es bueno para el Fuenla, que suma lentamente pero sin freno, pero quizá le cuesta el puesto a José María Gutiérrez. Mere, sin embargo, sigue caminando hacia los cincuenta puntos soñados. Quedan once.

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Biel; Iribas (Sotillos), Prieto, León, Glauder; Clavería, José Rodríguez; Hugo Fraile, Cristóbal (Oriol Riera), Iban Salvador; Jeisson (Caye)

ONCE DE LA U.D. ALMERÍA: Fernando; Romera, Maras, Costas, Jonathan, Aguza, Kaptoum, Corpas, Villalba (Lazo); Darwin (Barbero), Juan Muñoz (Vada)

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