Maniobras de supervivencia en Ponferrada

El Fuenlabrada mantiene el empate a cero ante la Ponferradina tras jugar cincuenta minutos con uno menos

El C.F. Fuenlabrada consiguió sacar un punto allí donde todo pintaba a desastre. Hasta el minuto cuarenta, hubo un partido que los azulones compitieron y podían haber ganado. Después, con uno menos de forma más que cuestionable, la Ponferradina hizo y deshizo en todo menos en el gol. Porque una cosa sigue siendo clara: la suerte es un gran aliado del Fuenla. Y que siga el idilio. 

Sin cambios en el once respecto al que ganó el derbi la semana anterior, los hombres de Oltra se plantaron en El Toralín con una idea muy clara: que no puedan combinar por dentro. Por eso dejaba abiertas las bandas, metiendo a sus efectivos en torno a la frontal del área. Por eso Zozulya, el mal llamado delantero porque es todocampista, se metía en la línea de cuatro del mediocampo. Por dentro, lo mínimo. Y funcionó: sólo dos disparos, fáciles para Altube. Los mismos para el Fuenlabrada, que era capaz de robar el balón muy arriba y llegar hasta el área rival (pero sin disparar). 

Hasta el minuto ciuarenta, que Trujillo Suárez (árbitro con el que nunca han ganado los azulones) decidió expulsar a Cristóbal Márquez por dos tarjetas amarillas realmente discutibles (por no decir que se saca de la nada la segunda). No cambió el partido en lo poco que quedaba de la primera mitad, pero en la segunda se cumplieron las previsiones y la Ponfe fue decididamente a por el gol. 

Querer algo no significa conseguirlo por mucho que lo intentes, y eso lo vivieron a la fuerza los de Bolo. En una segunda mitad de mucha llegada (no muchas ocasiones) y dominio, los bercianos se toparon unas veces con la defensa, otras con Altube y, en las más claras, con el poste. El fútbol no es sólo trabajo, también influye la suerte, y a la hora de defender está claramente a favor del Fuenlabrada. Ojalá siga el idilio por mucho tiempo, porque equilibrar la balanza sería un tormento.

Una vez más, trabajo y fortuna impidieron que los de Oltra se marcharan con las manos vacías de un campo en el que nadie ha ganado todavía. Quien sabe si podrían haberlo sin la expulsión de Cristóbal, cuando el triunfo podía caer de cualquier lado. Pero desde luego, tras ella era imposible ganar. La cuestión era no perder, y el Fuenlabrada sobrevivió para preparar con buena cara su partido contra el Amorebieta. 

ONCE DE LA S.D. PONFERRADINA: Amir; Adot, Copete, Amo, Ríos Reina (Pujol); Erik Morán (Saverio), Paul Anton (Sergi Enrich); Dani Ojeda, Zalazar (Cristian), Agus Medina; Yuri

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Altube; Iribas, Sotillos, Dieguez, Pol Valentín; Cristóbal, Mbia (Juanma), Pedro León (Arturo), Mula (Anderson); Kante (Soldano), Zozulya (Nuno Pina)

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