Al C.F. Fuenlabrada y al Deportivo de la Coruña les quedan noventa minutos en esta Liga SmartBank. Unos diez más, contando tiempos añadidos. Hora y media en la que ambos pueden hacer historia, su historia. Brillante en el caso del Fuenla, recién ascendido que tiene en su mano meterse en el playoff de ascenso a Primera Divisióon. Terrible en el caso del Dépor, que puede irse a Segunda División B y dejar un club histórico en el olvido del fútbol no profesional.
La presión por parte del Deportivo de la Coruña es extraordinaria. O ganan o descienden, y ni siquiera ganando se aseguran la permanencia porque dependen de Lugo y Albacete. Haber perdido los tres últimos encuentros les ha llevado a culminar con mucho miedo una temporada que ha sido nefasta de principio a fin. Tres entrenadores, conflictos con jugadores como Emre Çolak, sumar una victoria en los primeros veinte partidos...La llegada de Fernando Vázquez supuso una esperanza, consiguiendo siete triunfos seguidos, pero esa llama se apagó. Ahora, el propio técnico ha protagoniza su bajada particular a los infiernos acumulando tres sanciones que hacen que se pierda nueve partidos (le quedarán cinco por cumplir en próximas temporadas).
El Fuenlabrada, sin embargo, va con la conciencia limpia y la satisfacción del trabajo bien hecho. Su objetivo era mantenerse y lo consiguieron. Con lo mal que pintaba el panorama en la jornada 31, ser ahora el principal favorito para ocupar la sexta plaza es más un motivo para sentir orgullo y ambición que presión. Quieren más, han luchado para ello, pero nadie podrá reprocharles nada si no consiguen al menos empatar en Riazor. Ocurra lo que ocurra, son el equipo revelación.
No habrá confianzas por parte de nadie en el Fuenla, ni derrotismo en el caso del Dépor. Será una lucha tremenda en la que la línea que separa el triunfo del fracaso es muy fina. Puede ser que ganen los gallegos y no les sirva para mantenerse. Puede ser que pierdan los fuenlabreños y sean equipo de playoff. Todo puede depender de sus rivales, va a ocurrir en el caso del Dépor. Pero sobre el campo, quieren que los veintidós jugadores estén centrados en ganar.
No hay bajas por parte del Fuenlabrada, y en el Deportivo se quedan fuera tanto Eneko Bóveda como Álex Bergantiños (este último por lesión) y está tocado Dani Giménez por pubalgia. El resultado de la ida, 1-1, sería más que suficiente para los de Sandoval celebren brevemente antes de empezar a preparar el playoff. Y mandaría al fútbol no profesional a un Dépor que afrontaría un futuro muy negro.
