El Atlético de Madrid se proclamó campeón de la Supercopa de España en el Vicente Calderón tras ganar 1-0. Inicio fulgurante rojiblanco, que marcó en el minuto 2 por medio de Mandzukic. La debilidad defensiva y el poco acierto ofensivo y de Ancelotti marcaron el partido. Simeone y Modric fueron expulsados.
22/08/2014 | Sergio Martínez | FnEl Atlético de Madrid ve el escudo blanco de su vecino y sube sus pulsaciones hasta límites poco saludables. Del primero al último, desde el terreno de juego hasta el banquillo. Eso tiene su parte buena y su parte mala. Vimos ambas durante el partido.
La parte buena dio sus frutos muy pronto. Los rojiblancos tuvieron ese arranque frenético en el que no les para ni un pelotón de fusilamiento, con una presión e intensidad extremas. Ni dos minutos necesitó para sorprender al Madrid y marcar. Saque de Moyá, alguien peinó, Griezmann le ganó el salto a Ramos (midiendo mucho menos), Mandzukic le ganó la carrera a Varane y marcó de un potente disparo. Tan fácil de decir, tan difícil de hacer. Esta vez, tuvo facilidades.
Y no sólo esa vez. El Cholo Team encontró un filón en el juego aéreo, tanto con el balón en juego como parado. De repente, la defensa blanca se declaró incompetente para ganar una disputa por alto, y por ahí andaba Mandzukic en ataque, en defensa y en cualquier aspecto imaginable. El croata es oro puro aún por pulir.
La primera parte tuvo más tiempo perdido que en juego. Forma parte del aspecto malo de la intensidad extrema del Atleti: por unas cosas o por otras, normalmente faltas, el balón se para. Y de esas hubo muchas. Blancos por el suelo, al instante rojiblancos imitando el gesto y un barullo alrededor del árbitro. Pero la madre de todas las peleas estaba por llegar.
Una acción entre Coentrao y Juanfran sacó el lado malo de Simeone. Esa que hace que el normalmente sensato entrenador deje paso a un hombre enfurecido que no mide sus acciones y se encara con todos. Un rodillazo del lateral del Madrid contra la cara del rojiblanco hizo que este último tuviera que salir del campo por tener sangre. Estando el Atleti con diez, llegaron las ocasiones blancas, y ahí enfureció Diego. Cada segundo que pasaba Juanfran en la banda sin poder entrar era un grado más en el terremoto mental del míster. Hasta que se ganó la expulsión por sus aspavientos y por dar varias collejas al cuarto árbitro.
Con la marcha de Simeone el partido entró en otra fase, en la que el Madrid empezó a encontrarse a sí mismo y generar ocasiones. No quiere decir esto que fuera un torbellino, pero encontró la forma de entrar en el área por la banda de Siqueira. Apareció James como mayor peligro, y casi marcó en tres ocasiones.Bale también tuvo la suya, pero entre Moyá y el desacierto evitaron el empate. El descanso llegó y dio tiempo a Ancelotti para intentar reactivar a los suyos y buscar los goles que tanta falta les hacían.
Para ello, metió a Cristiano Ronaldo. El arma definitiva que no pudo ser titular saltó al campo, pero lo hizo a costa de Toni Kroos. Decisión discutible que tendría sus consecuencias en el desarrollo de la segunda parte. A los pocos minutos de empezar, otro fallo defensivo casi provoca el segundo gol del Atleti. Coentrao no se impuso, Raúl García remató y dio en el palo, rebotando fuera el balón. La rapidez de Casillas despejando el balón desde el suelo evitó que Mandzukic marcara de cabeza, ganando otra vez un duelo con un defensa.
Con la marcha de Kroos, incomprensible para muchos, el Madrid perdió el control en el centro del campo y los pases. Se convirtió en un partido de ida y vuelta en el que el Atleti se desempeñaba mejor, haciendo sufrir a un Madrid que tampoco necesitaba mucho para fallar en defensa. Lo bueno para el equipo de Ancelotti es que se empezaron a abrir espacios por los que entrar.
Ancelotti decidió hacer otro cambio discutible. Quitó a James, el hombre que creó más peligro en el Madrid, para meter a Isco. En dos cambios, retiró al organizador y al más peligroso del campo. El Atleti vio que podía hacer el segundo y comenzó a atacar con intensidad, perdonando ocasiones muy claras de hacer el segundo. Los blancos fueron incapaces de hacer nada. Modric terminó expulsado incluso.
El Atlético de Madrid vio recompensado todo su esfuerzo y su "intensidad extrema", pese a que el fantasma de Lisboa sobrevoló el Calderón. Hizo el primero, tuvo varios más y supo evitar los goles madridistas. Su pequeña venganza queda consumada.
FICHA TÉCNICAÁRBITRO: Fernández BorbalánGOLES: 1-0 Mandzukic, min.2ONCE DEL ATLÉTICO DE MADRID: Moyá, Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira, Tiago, Gabi, Koke, Raúl García (Saúl 88'), Griezmann (Raúl Jiménez 72'), Mandzukic (C.Rodríguez 84')ONCE DEL REAL MADRID: Casillas; Carvajal, Ramos, Varane, Coentrao (Marcelo 69'); Xabi, Modric, Kroos (Cristiano 46'); James (Isco 64'), Bale y Benzema.
