Si tenemos que hablar de un referente en el mundo del fútbol, es inevitable tener que hablar de Zlatan Ibrahimovic. El futbolista sueco no solo es un símbolo en su país, sino que además es uno de los buques insignia de una generación de futbolistas extraordinarios. Es uno de los jugadores que más títulos posee en su palmarés, ha jugado en cuatro de las cinco grandes ligas y hoy a sus 39 años continúa siendo una de las máximas figuras en su actual equipo, el Milán.
Pero para comprender mejor la figura de Zlatan es necesario hacer un repaso a su prolífica carrera que comenzó a finales de los años 90 en el Malmoe FF. Allí, tras unos inicios complicados en los cuales su equipo acabó descendiendo de categoría, en su segunda temporada el equipo logró volver a ascender, e “Ibra” acabó el año como máximo goleador de su equipo con 12 goles.
En tres años disputó un total de 40 partidos y fue nombrado uno de los 100 mejores futbolistas jóvenes del momento, lo que suscitó el interés de clubes muy importantes, aunque finalmente fue el Ajax de Amsterdam el que logró hacerse con sus servicios.
Con el conjunto holandés, y de la mano de Ronald Koeman, comenzó el verdadero despunte de Zlatan, que logró su primer título importante en la temporada 01-02 coronándose campeón de liga. Además, ese año el equipo también conquistó la Copa gracias a un gol suyo en el tiempo de descuento frente al Utrecht.
Para el recuerdo queda un gol que anotó en su última campaña en Holanda frente al Breda. El sueco cogió la pelota y tras regatear hasta cinco defensas y al portero logró una definición antológica. Su paso por los Países Bajos se saldó con un total de 48 goles en 110 partidos.
La Juventus de Turín se hizo con sus servicios en la temporada 2004. Ganó dos ligas con el conjunto bianconero, sin embargo, estas le fueron retiradas por el escándalo “Moggigate” y el equipo descendió a la serie B.
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Tras dos años su siguiente destino fue el ínter de Milán. En tres temporadas anotó un total de 66 goles, tres títulos de Liga y dos Supercopas. Esto le valió el salto al Barcelona, aunque esta fue quizá la etapa más pobre de su carrera ya que no comulgaba con Pep Guardiola, aún así conquistó una Liga, tres Supercopas y un Mundialito de Clubes. Sus siguientes clubes fueron el Milán durante dos temporadas, el PSG donde disputó cuatro temporadas, el Manchester United, Los Ángeles Galaxy para acabar nuevamente en el Milán donde actualmente sigue jugando y cuenta con casi 500 goles a lo largo de su trayectoria.
Para el recuerdo quedan goles como el que anotó de chilena casi desde el medio campo en un partido de su selección frente a Inglaterra, o el que anotó de espuela contra Italia en la Euro de 2004 entre muchos otros, sin duda se trata de un delantero que dejará huella para siempre en la historia de este deporte.
