Después de la victoria vital ante la Ponferradina, el Fuenlabrada afrontaba un duelo en el que tenía que volver a ponerse las botas de agricultor y el mono de trabajo. Del glamour de ganar al líder pasaban a visitar a un filial, el de Osasuna, que llegaba en problemas tanto de resultados como de confianza. Importante fue ganar a la Ponfe, importante iba a ser hacerlo en Tajonar. Podían ponerse a diez puntos de la zona de descenso.
Con eso claro, las botas y el mono de trabajo puestos, salió el Fuenla al césped de Tajonar con las ideas claras y la confianza que antes faltaba y ahora vuelve a aparecer. Nada como ganar con buenas sensaciones para que la cabeza vuelva a funcionar. Cuarenta y cinco minutos inteligentes que iban a dejar encarrilado el partido.
El Fuenlabrada fue inteligente en sus esfuerzos, insistente en sus virtudes y con una rentabilidad que ya la quisieran los cripto bros. Cuando quisieron apretar fuerte arriba, pasaban minutos en el campo rival en torno al área de Stamatakis. Osasuna era débil en la salida del balón, y ahí olió la sangre el conjunto azulón. Primero Sergio Benito, con un disparo cruzado a pase de Galindo. Y luego Fer Ruiz, con un pase monumental de Buer. Media hora, cero a dos y partido encarrilado. No dominado, pues los rojillos recuperaron la posesión, pero sí bien enfilado.
Y como el fútbol es caprichoso y poco agradecido, regaló una segunda mitad que fue todo lo contrario a la primera. Si el Fuenla fue netamente superior en la primera mitad, después desapareció por completo. Si Osasuna Promesas era un manojo de fallos, se convirtió en un equipo rocoso, muy físico y ampliamente dominador. Los de Carlos Martínez ya no eran el mismo equipo. Encerrados en su campo, y casi en su frontal, mover la pelota era imposible de cualquier manera.
Los cambios de Santi Castillejo al descanso salieron perfectos, mientras que los que hizo Carlos Martínez no tuvieron ningún efecto. Al quitar a Buer y meter a Ilies buscaba que el equipo pudiera ganar balones por alto en campo contrario, y alejar así la pelota del propio. No salió bien ni una vez, por lo que pesó más la ausencia de Buer que la entrada de Ilies. Vigaray marcó en propia puerta, Osasuna Promesas tuvo muchas llegadas sin éxito y Belman se fue casi inédito (dos paradas en todo el partido) tras una segunda parte en la que se vio muy rodeado en su área.
El Fuenlabrada pudo aguantar, se llevó tres puntos y ahora se sitúa a diez del descenso, que es lo más importante hasta que matemáticamente se confirme la salvación. Mereció ganar en la primera mitad, mereció empatar en la segunda. Hubiera ocurrido en otro momento de la temporada, incluso hubiera perdido. Pero en este momento, puede aguantar este tipo de situaciones. Como ante el Lugo, como en el descuento ante la Ponfe, como en Tajonar. Definitivamente, este equipo está en otro momento. Que dure.
ONCE DEL OSASUNA PROMESAS: Stamatakis; Guillem Molina; Jorge Moreno, Michelis (Azcona), Arguibide (Svensson); Rabadan (Ibaider), Eneko Aguilar, Osambela; Unai Bujan (Xavi Huarte), Ander Yoldi, Agirre (Dani Sancho)
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Belman; Vigaray, Sotillos, Alba, Samu; Cristóbal, Ale Galindo, Raúl Hernández (Aarón), Fer Ruiz; Buer (Ilies), Sergio Benito
ÁRBITRO: Pablo Monterrubio Torres
GOLES: 0-1 Sergio Benito, min.19; 0-2 Fer Ruiz, min.30; 1-2 Vigaray p.p., min. 47
