Esta crónica bien podría ser una copia casi literal de la del partido ante el Espanyol. Y de la del Oviedo. Por tercera vez consecutiva, el C.F. Fuenlabrada ha vuelto a repetir los mismos aciertos y los mismos errores. Y a desarrollar exactamente el mismo guión de partido. Tercer empate inmerecido, tercera oportunidad de sumar tres puntos con claridad que se va por el desagüe. Puntos que ya no vuelven.
Dio Sandoval descanso a Glauder, Iban Salvador y Crtistóbal. En otros días, esas ausencias se hubieran hecho notar. En este Fuenla que ha pillado la velocidad de crucero, ya no se antojan esenciales los nombres. El equipo compite, interpreta bien los partidos y, como ante la Ponfe, consigue ser muy superior. Todos trabajan bien y, en consecuencia, el conjunto sufre poco y no hace sufrir al aficionado.
Pero la maldición del gol sigue ahí. Al descanso, el Fuenla se marchó con el cero en su marcador tras cinco ocasiones claras, tres de ellas tremendamente claras. Las tres en la figura de Kanté, que va a tener difícil manejar la frustración que le habrá dejado este partido. Una se la sacaron bajo palos, otra mandó un cabezazo fuera y otra no llegó a un balón de Feuillassier y terminó dándose un buen golpe contra el palo. Luego Pinchi tuvo otra de primeras que se fue alta.
Se habla poco de la Ponferradina, porque realmente hizo poco. Arrancó bien la primera mitad, pero el Fuenlabrada entendió rápido que les podía pillar con balones largos y contras y ahí terminó todo. Los de Bolo se echaban muy arriba, y los de Sandoval les pillaban por velocidad. De milagro se fueron a vestuarios con el 0-0...y de mayor milagro se vieron por delante en el marcador.
En todo el partido, los leoneses realizaron dos ocasiones. Una, en una sucesión de rebotes que Juergen mandó alto. Y en la segunda, tras una falta de Randy en la frontal, llegó el golazo de Sielvas. Otro recordatorio de que en el fútbol no se merece los goles, se marcan. Por tercera vez consecutiva, el Fuenla tenía que ir a remolque sin saber muy bien por qué.
Por fortuna para los azulones, consiguieron por fin encontrar las redes de la portería rival. Tuvo que ser en un disparo muy lejano de Pinchi, no muy colocado pero sí potente y preciso. A la novena o la décima ocasión, llegó el gol. Después de empatar, el Fuenla borró del partido a la Ponferradina y suguió buscando la victoria con más voluntad que fortuna. La entrada de Iban Salvador creó oportunidades a balón parado, pero no pudieron aprovecharlas.
Y de esta manera, hay que decir por tercera vez que merecieron tres puntos y se llevaron sólo uno. Ser mejor, interpretar muy bien los partidos, generar ocasiones claras...Todo eso es bueno, pero sin goles se queda en trabajo sin fruto. Sin goles, un equipo que puede pelear por mucho más que la permanencia se queda en mitad de la tabla. Viendo cómo vuelan puntos que se ha merecido. Ya van seis seguidos. Ojalá que contra el Sabadell se reconcilien con el gol.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Rosic; Iribas, Pulido, Juanma, Moi; Aguado (Tahiru), Ciss, Feuillassier (Iban Salvador), Pinchi (Mula); Kanté, Randy
ONCE DE LA S.D. PONFERRADINA: Caro; Iván Rodríguez, Hernando, Amo, Pascanu, Castellano; Sielva, Juergen (Larrea), Gaspar (Doncel); Yuri (Bolaños), Dani Romera (Valcarce)
GOLES: 0-1 Sielva, min.57; 1-1 Pinchi, min.71
ÁRBITRO: Rafael Sánchez López
