Derrota 1-0 ante el Logroñés tras muchas ocasiones desperdiciadas y verse superado en el tramo final

El Fuenla no amortiza sus ocasiones y cae por tercera vez consecutiva

La recta final de la temporada se le está haciendo cuesta arriba al Fuenla. El domingo pasado la causa fue un mal arbitraje, pese a lo cual supo competir. En Logroño, el problema fue de otro tipo. Durante sesenta minutos, el Fuenla pudo ganar y no lo hizo pese a tener las ocasiones. En la media hora restante, el Logroñés subió el nivel de intesidad y los azulones no fueron capaces de ponerse a la altura. Dos partidos diferentes, mismo resultado. 

Las ocho bajas que afrontaba el Fuenla, siendo la última la de Belman por amigdalitis, obligaron a Oltra a hacer cambios, forzosos en su mayoría. Pol Freixanet volvía a jugar tras meses de suplencia, Aldair ocupó el puesto Kante y Jano hizo de Ciss; Mula y Pol Valentín ocuaron las bandas. Pese a tanto cambio, el equipo funcionó en esencia. 

La clave de la primera mitad estaba en que los de Oltra supieron cómo hacer daño al Logroñés: balones a la espalda y a correr. Garcés y Aldair ganaban las carreras, y tenían ocasiones que acabaron o en disparo por encima del arco o en parada de Santamaría. Fueron cinco las oportunidades que tuvo el Fuenlabrada antes del descanso, y no supo aprovechar ninguna. Como se vio después, se arrepentiría. 

Hasta el minuto 60-65, el guión seguía siendo el mismo. Ahora el arma ofensiva venía por alto de cabeza. Otras tres ocasiones que no encontraron puerta por poco. Y eso fue el final para un equipo que vio cómo su rival metía una marcha más mientras no podía responder. Ya no se podía salir con la pelota porque la presión lo impedía. Ya no se podían poner balones largos porque nadie los ganaba por alto. Y cada vez estaba más cerrado en torno a su área, defendiendo el poco peligro que generaba el Logroñés. 

Porque esa es otra cuestión: el Logroñés se la jugaba demasiado y sólo lo pareció a ratos. Cuando subió el nivel de intensidad, llevado por su desesperación y necesidad de sumar tres puntos o afrontar un descenso muy probable. Lo hizo en la primera mitad, pero el arreón duró poco. Lo volvió a hacer en la segunda, y ahí desactivó al Fuenla por completo. No tuvo ocasiones significativas, pero le bastó con acertar una, el potente remate de Andy que no pudo atajar Freixanet. 

El Fuenla quería, pero ya no podía. El físico, la mente, la falta de una motivación al menos tan potente como la del Logroñés o las tres cosas juntas no dieron de sí como para volver a igualar el marcador. Desaprovechó su momento cuando lo tuvo, y lo buscó de nuevo cuando ya era incapaz de llegar hasta el área de Santamaría. Una vez más, la historia termina con un final triste y un guión que ya hemos visto muchas veces: perdonar cuesta caro. Al Fuenlabrada se le está haciendo demasiado larga la que, probablemente, sea temporada más agotadora de su historia reciente. 

ONCE DE LA U.D. LOGROÑÉS: Santamaría; Medina, Álex Pérez, Bobadilla (David González), Iñaki; Petcoff (Ruiz), Andy, Paulino, Pacheco (Rubén); Nano (Sierra), Olaetxea

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Freixanet; Iribas, Pulido, Diéguez, Glauder; Jano (Amigo), Cristóbal (Juanma), Mula (Feuillassier), Pol Valentín (Espinosa); Aldair (Kante), Garcés

GOLES: 1-0 Andy, min.75

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