La temporada 2020-2021 ya ha cubierto su primer tercio de competición. La temporada más difícil y dura ya ha quedado un 33% atrás, y sigue sin haber público en los estadio. Está la esperanza de que vuelva para el final, pero se queda en eso, en esperanza. El Fuenlabrada ha hecho su camino hasta llegar a la jornada 14, y vamos a mirar tanto los datos como las sensaciones.
Sí, el Fuenlabrada ha hecho un buen trabajo en estas catorce jornadas. Pese a la frustración que pueden dejar las últimas jornadas, los de Sandoval han sumado 20 puntos de 42 posibles, un 47%. Las tres victorias en las cuatro primeras jornadas tienen buena parte culpa de ello. Después, sumar sólo un triunfo en diez partidos ha aguado mucho el arrollador comienzo. Teniendo en cuenta que el objetivo son los 51 puntos, el promedio de puntos va muy bien.
Pero miremos más profundamente los datos. Son 20 puntos cimentados sobre los 16 goles que ha marcado y los 14 que ha encajado. La parte positiva es que sólo dos equipos en toda LaLiga SmartBank han conseguido marcar más, Espanyol y Cartagena. Y no está entre los que más han encajado, hay once equipos por delante en la lista. La parte negativa es que sólo ha conseguido dejar la portería a cero en cinco partidos. Y eso, cuando te cuesta marcar, te aleja mucho de la victoria.
Que el Fuenla es un equipo competitivo es algo que ya no se duda. Desde que ganó al Alcorcón, la forma de jugar del equipo es irreprochable. Interpreta bien los partidos, encuentra la forma de hacer daño, consigue inclinar el campo a su favor y disfruta de las mejores ocasiones. Ha mejorado la mejor versión que mostró al comienzo de la temporada. Y ahora, las rotaciones son más leves y no desentonan. Casi todo encaja.
Lo que chirría, y lastra mucho las opciones del equipo de verse peleando por algo más que la permanencia, es esa combinación entre no marcar lo que podrías y no ser capaz de evitar que te marquen. Porque es lo que ha marcado la diferencia entre tener 20 puntos y estar tranquilamente en la mitad de la tabla o tener 26/28 y estar peleando por el liderato.
Esos seis u ocho puntos corresponden a cuatro partidos, los primeros que vienen a la memoria cuando hablamos de ocasiones perdidas. Y, en su mayoría, han sido en el Fernando Torres. El gol anulado a Randy contra el Logroñés por una cuestionable falta al portero. Las dos ocasiones muy claras, de Feullassier y Sekou, ante el Espanyol nada más empezar. La de Mula ante el Oviedo (y dos o tres más). Las tres o cuatro de Kanté ante la Ponferradina, y el disparo al larguero de Franchu, y la falta de Iribas que se va lamiendo el palo...
Todos esos balones que no entran son puntos que se van, y oportunidades de certificar que se puede luchar por más que la permanencia. En todo lo demás, el Fuenlabrada destaca y para bien. Sabe a lo que juega, sabe cómo reducir a los rivales al mínimo y sabe fabricarse las ocasiones. En resumen, es un gran equipo. Pero sin los goles, todo ese buen hacer no obtiene la recompensa que merece.
Y, pese a todo, es el tercero que más ha marcado en la categoría y el cuarto que más ha rematado. No está mal, para nada. Pero puede estar mejor. Así que hay dos soluciones: o echas el cerrojo a tu portería, o desbloqueas la mente y abres la portería rival. Y entonces dejaremos de preocuparnos por los puntos y desaparecerá la frustración a la que nos estamos acostumbrando.
