El Fuenla de enero derriba buena parte del Fuenla de agosto

¿Qué Fuenlabrada nos encontramos después del mercado de fichajes invernal? Lo analizamos

Campana y se acabó. El mercado de fichajes se cerró hace tres días, y con él la oportunidad del Fuenlabrada de arreglar todo aquello que necesitaba ser arreglado. La dirección deportiva, con Miguel Melgar a la cabeza, ha tenido un mes para conseguir aquellos jugadores en los que llevaba muchos tiempo pensando, conscientes de que había muchas piezas que no encajaban. Es momento de analizar cómo ha cambiado la plantilla. 

Comenzamos por la zona de ataque, centrándonos en la delantera y los extremos. La palabra clave es gol, el que no han encontrado los de Oltra y Pellicer con facilidad hasta ahora. Para intentar paliarlo ha llegado Mohamed Bouldini, que se suma a Zozulya, Kante y un Soldano del que no sabemos su situación. En las bandas, la salida de Cheick Timité, Arturo Molina y Álex Mula se ha compensado con la llegada de Javier Ontiveros y el cada vez mayor protagonismo de David Amigo. Con ellos dos, Anderson, Pedro León e Iban Salvador, el equipo debería ganar en circulación de balón, verticalidad y regularidad. 

El centro del campo ha sufrido los mayores cambios, tanto en salidas como en llegadas, pues era la zona que acumulaba mayores deficiencias. Mbia se ha marchado por motivos personales, mientras que Nuno Pina y Aldair ya no están tras su bajo rendimiento. Para compensarlo, ha venido Mikel Agu para ser el stopper junto a Brahim Konaté, mientras que Adrián González se perfila como el relevo/apoyo para un Cristóbal que no tenía a nadie de su perfil. También Ontiveros puede cuadrar aquí, jugando como mediapunta. Sin olvidar la opción de Álvaro Bravo, Damián Cáceres o de Dieguez, aunque esta última parece ya más remota. Sobre el papel, el equipo gana en competitividad, en físico y en llegada. 

La defensa es la línea donde menos movimiento ha habido, con una única llegada para cubrir la larga baja de Juanma tras su lesión. Hacía falta un central, y llegó Tachi con ADN fuenlabreño cedido desde el Alavés. Tiene buenas condiciones, es joven y aportará competencia (y ojalá seguridad) al trío formado por Pulido, Dieguez y Sotillos. Las bandas siguen ocupadas por Iribas, Pol Valentín y Paolo Gozzi. 

En la portería no se ha producido ningún cambio. La incógnita de Belman sigue sin resolverse, pues o no llegan ofertas por él o no satisfacen las demandas del club, así que seguirá aquí hasta que quede libre en junio. Miguel Ángel Morro y Diego Altube seguirán defendiendo la portería sin nueva competencia. 

En resumidas cuentas, han llegado cinco jugadores y se han marchado seis, de los cuales cuatro son fichajes hechos en verano que no han salido bien. Como ya asumió el director deportivo, muchos fichajes de entonces han terminado siendo un error, y este mercado de invierno ha servido para intentar repararlos con algunos jugadores que interesaban hace seis meses pero no podían venir y con otras opciones de mercado. Se ha conseguido casi todo lo que se buscaba, pero han quedado pendientes las llegadas de un segundo delantero y un lateral izquierdo. 

Sobre el papel, los cambios realizados deberían aportar más fortaleza a un equipo que se desangró en la primera vuelta tanto por las constantes lesiones como por la falta de competitividad en algunas posiciones. Ahora, con más competencia y calidad (en teoría), el equipo debería mejorar sobre el terreno de juego y acercarse más a la ansiada permanencia. Del centro del campo hacia arriba, han llegado jugadores que deberían aportar más profundidad y circulación de balón, lo que desemboca en más ocasiones. Del centro del campo hacia atrás, la palabra clave es solidez, que va a ser esencial tanto dentro como fuera del Torres. Todo esto será tan clave como la rapidez con la que consigas alcanzarlo, porque la temporada no espera y los rivales por la permanencia tampoco. De momento, la salvación está a seis puntos. No hay mucho margen...

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