El CF Fuenlabrada sigue en un bucle permanente

El CF Fuenlabrada llegó, luchó y perdió. Volvió a ser un equipo definido, atrevido y equilibrado; volvió a competir dignamente contra un rival superior en la tabla...y volvió a pagar tremendamente caros sus errores. Fue capaz de sobreponerse al 1-0 y empatar...pero también de perderlo todo en los últimos minutos. Fue, en definitiva, el Fuenlabrada que conocemos.

Fue un encuentro tan parecido a otros tantos de esta temporada que uno podría hacer una prueba con los lectores. Podría rescatar una crónica cualquiera, quitar el nombre del rival y pedir que adivinaran a qué partido corresponde. Las respuestas podrían ser variadas, pero casi todas ciertas, porque el desarrollo de muchos encuentros se repite una y otra vez.

¿Fue el CF Fuenlabrada un mal equipo? No, en absoluto. Sigue afianzándose en un sistema que ha mejorado la forma de jugar y las posibilidades del equipo. En Irún volvieron a destacar tres jugadores por encima del resto: Marc Rovirola, Manuel Tello y Jorge Ortiz. El rendimiento de los dos primeros le da otro nivel al equipo. Muerden, corren como nadie, recuperan una capacidad ingente de balones y los distribuyen con criterio. Ortiz es la esperanza, el hombre sobre el que recae casi todo el peso ofensivo del equipo. Quizá eso sea un error, encomendarse al extremo derecho para que haga una genialidad. Suele hacerla, pero los equipos lo saben. Y el ataque se resiente.

Más allá de estos tres pilares la línea defensiva estuvo también muy correcta, y sólo sufrió cuando el conjunto perdió la capacidad de sorprender al Real Unión. No es casualidad que los fronterizos no hayan perdido en casa, porque son un equipo muy trabajado en la presión y el posicionamiento. Y fuera del orden, Barron hace lo que quiere como agente del caos.

¿Qué falló entonces? Por un lado, que los de Morientes no supieron mantener el nivel de la primera parte en la segunda. Por otro, que la delantera fue la línea más débil, con Jean Carlos desaparecido y Dorian perdido. Y por último, que los viejos errores siguen siendo de lo más actuales. Eizmendi marcó en el minuto 40 entrando sin oposición más allá del segundo palo y superando con facilidad a un Isma Gil al que le falta aún para recuperar su mejor nivel. Y en el 83, Barron hizo el segundo sin oposición después de que el balón le quedara limpio tras pasar la pelota entre dos o tres jugadores azulones.

Entre medias quedó el gran partio de los tres jugadores mencionados, con un gol de Jorge Ortiz a pase perfecto de Borja Sánchez. Es lo mejor que dejó en el partido el centrocampista, ese centro, pues fue otro de los que salen tocados de esta derrota. Por cierto, un gol en el que falla de la defensa irundarra, volviendo a evidenciar que si fallas en esta categoria, lo pagas.

El fútbol, como todo en la vida, son estados de ánimo y confianza. Y el CF Fuenlabrada se lleva mazazos anímicos a menudo por sus propios errores, una y otra vez, para sumar ya cinco partidos sin conseguir la victoria. Y en cuatro de ellos se pueden ver fallos que han costado muchos puntos. ¿Será esta jornada la quinta en la que los resultados sigan regalándole un balón extra de oxígeno al Fuenla?

FICHA TÉCNICA

ÁRBITRO: Fernando Román Román. Estaba muy encima de las jugadas y acertó con frecuencia, pero se comió un penalti bastante evidente sobre Barron y, probablemente, también falló otro minutos después.

GOLES: 1-0 Eizmendi, min.40; 1-1 Jorge Ortiz, min.60; 2-1 Barron, min.83

ONCE DEL REAL UNIÓN: Txusta, Azkoitia, Urkizu, Aimar, Esnaola, Rodellar, Barron, Martins (Mikel Alonso 67'), Galán (Iriondo 88'), Ozkoidi (Juan Domínguez 73'), Eizmendi

ONCE DEL CF FUENLABRADA: Ismael Gil, Anuarbe, Dani Guillén, Cabrera, San José, Rovirola, Jorge Ortiz (Tito 67'), Tello, Dorian (Pachón 74'), Borja Sánchez (Borja Díaz 63'), Jean Carlos

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