El final de la temporada se acerca, y la situación del Fuenlabrada no solo no mejora sino que empeora por momentos. La distancia con la permanencia no se reduce, y las lesiones están volviendo a hacer mella en la zona defensiva. Es por ello que el club ha decidido recurrir al mercado (al de agentes libres, claro) para reforzar esa línea vistas las dificultades. El elegido ha sido Mohamed Diamé.
Para el futbolero madrileño con memoria, Diamé no es alguien desconocido. Tiene 34 años y puede jugar como central y como pivote. En su juventud, ya ha pasado por España: conoció la Segunda División B con el Linares y explotó en Segunda con el Rayo Vallecano. Cuando pudo elegir entre seguir en España o marcharse a Inglaterra, el francés eligió hacer carrera en la Premier League. Tras varios años allí, en equipos como Wigan, Newcastle o west Ham, se marchó a Qatar en 2019. También ha sido internacional con Senegal en 36 ocasiones.
La llegada de Diamé al Fuenlabrada libre y para estos ocho últimos partidos se produce en un contexto de necesidad para los azulones. La línea defensiva hace aguas por sus visitas a la enfermería. Juanma lleva meses lesionado, y no volverá para esta temporada. Tachi, fichaje invernal, se lesionó hace poco y no se sabe cuándo volverá. Mismo caso que Sotillos, sustituido por lesión ante el Leganés. Todos ellos centrales, tres de cinco. Sólo quedan sanos Pulido y Dieguez para aguantar estos ocho partidos, rezando porque no haya nuevas lesiones o sanciones. Por eso, la llegada de Diamé se ha hecho necesaria.
