El Fuenlabrada pierde en Vallecas 2-0 con dos fases muy diferenciadas; Dimitrievski paró un penalti

De cinco sin perder a cinco sin ganar

El Fuenlabrada sigue aumentando su mala racha tras caer derrotado ante el Rayo Vallecano como visitante. En apenas dos semanas, ha pasado de estar invicto (tres victorias, cuatro empates) a llevar cinco partidos sin ganar (tres empates y dos derrotas). Ante el Rayo mostró dos caras y, curiosamente, le fue mucho mejor con la más conservadora que con la valiente. 

Eligió Sandoval un 5-4-1 de salida para contrarrestar al Rayo y cubrir la baja de Ciss con Randy en el centro del campo. Le funcionó notablemente bien en el apartado defensivo y muy rentable en lo ofensivo, pese a lo poco que fabricó el equipo hasta el descanso: dos ocasiones muy claras seguidas (Kanté de tacón y Feuillassier) y un penalti a Randy que Dimitrievski le adivinó a Iban Salvador. No marcaron, pero por contra el Rayo tenía una posesión estéril que no podía transformar en llegadas al área. 

Antes del descanso todo iba bien, aunque el equipo estuviera más refugiado atrás. Si no iba ganando fue porque perdonó, pero no porque no tuviera ocasiones. Estaban tranquilos y el partido estaba abierto. Pero todo cambió en la segunda parte cuando Sotillos se lesionó y tuvo que retirarse. Había varias opciones para mantener la defensa de cinco, pero Sandoval decidió que era el momento de tratar de igual a igual a los vallecanos y entraron Mula, Aguado, Sekou y Pinchi. 

Y cuando mejor estaba el Fuenla, llegando al campo contrario y empezando a ganar los duelos particulares por primera vez en el partido, llegaron los goles del Rayo. Dos mazazos directos a la moral que hicieron especial daño porque llegaron de fallos propios. En ambos tantos el rematador gana la posición al defensa, y en el segundo un mal saque de Rosic generó la contra que termina en la sentencia. Entre un tanto y otro, Randy tuvo el empate con un cabezazo que se marchó cerca del palo. Pero al final, las mejores ocasiones las tuvieron en la primera mitad.

Llegó así la segunda derrota consecutiva del Fuenlabrada, que supone el quinto partido sin ganar. No importan tanto los resultados como las sensaciones que dejaron, sobre todo en las derrotas: el equipo está perdiendo la confianza en sí mismo. Juega más retrasado, deja jugar al rival, presiona con menos intensidad y gana muchos menos balones divididos. Y el Fuenla, sin comerse al rival por físico y determinación, es mucho menos Fuenla. Si, además, encaja cinco goles en dos partidos fallando en al menos tres ocasiones, la seguridad cae en picado. El Fuenlabrada necesita su agresividad de vuelta. 

ONCE DEL RAYO VALLECANO: Dimitrievski; Advincula, Saveljich, Velázquez, Fran García; Mario Suárez (Antoñín), Trejo (Òscar Valentín), Isi (Bebé), Álvaro García; Pozo (Andrés Martín), Ulloa (Comesaña)

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Rosic; Iribas (Pol Valentín), Sotillos (Mula), Pulido, Diéguez, Moi; Randy, Cristóbal (Sekou), Feuillassier (Aguado), Iban Salvador (Pinchi); Kanté

GOLES: 1-0 Andrés Martín, min.71; 2-0 Antoñín, min.82

ÁRBITRO: Juan Luis Pulido Santana. Salió hipermotivado en la primera mitad y adelantó Halloween unos días. Disparaba a todas partes sin demasiado acierto y repartiendo tarjetas a diestro y siniestro. Pasó mucho más desapercibido en la segunda mitad. 

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