El Fuenlabrada sigue siendo capaz de lo mejor y de lo peor. Lanza una moneda imaginaria en cualquier momento y que el destino decida. Ese Fuenla, el impredecible, es el que tenemos esta temporada. Nunca sabes por dónde va a salir. Tan pronto te encierra como no sabe cerrar las contras. Un día es defensivamente impecable, otro no defiende ni lo más estudiado durante la semana. Un Y todo puede darse en el mismo partido.
La primera parte fue la buena, si hubo una realmente buena. Cuando apretó generó tres o cuatro ocasiones claras, pero no fue capaz de anotar ninguna. Aparte de ser amante del riesgo, este Fuenla es un virtuoso de la horizontalidad. Como en otros muchos momentos de la temporada, la confianza que le falta para disparar le sobra para buscar a los hombres de banda y que pongan un centro. El que dispara sin pensar, es un bicho raro en este equipo. Pero cuando quiso dominar, dominó. El Sabadell solo tuvo una ocasión, basada en la velocidad de Vladys.
Al volver del descanso se le iba a poner todo de cara a los de Carlos Martínez con el gol de Raúl Hernández. Pintaba bien, pero entonces tiraron la moneda al aire y salió cruz. Se podía pensar que, tras el gol, quien iba a ponerse nervioso y precipitarse era el Sabadell. Con este Fuenla, nunca hay que dar nada por seguro. Dos acciones de ataque muy parecidas (y estudiadas durante la semana para saber afrontarlas) quedaron mal defendidas. La segunda es especialmente sangrante, con todo el equipo parado mientras la pelota volaba hacia el segundo palo. En las dos acciones ajustició Vladys, que llevaba un gol en toda la temporada y se marcha del Torres con Tres.
El 1-2 llegó con media hora todavía por delante, pero iba a ser media hora de irrelevancia. El partido real terminó ahí, con un Fuenla confuso, autolesionado e incapaz de hacer daño pese a meter todas las opciones ofensivas del banquillo. De Camargo, Diego Gómez, Ilies...todo da igual cuando el equipo no está inspirado. Para su desgracia, ocurre con cierta frecuencia. Y es lo que determina que este Fuenla no pueda aspirar a más que a una permanencia cómoda.
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Belman; Vigaray, Sotillos, Lama, Barbosa; Cristóbal, Ale Galindo (Kara), Fer Ruiz (De Camargo), Raúl Hernández; Buer, Sergio Benito (Ilies)
ONCE DEL C.E. SABADELL: Ortolá; Astals, Calavera (Pujol), Pau Resta, Toni Herrero; Sergi Maestre, David Soto (Marru), Carles Salvador, Marc Domenech (Gualda), Abde Damar; Vladys
ÁRBITRO: Alejandro Ojaos Valera
GOLES: 1-0 Raúl Hernández, min.47; 1-1 Vladys, min.52; 1-2 Vladys, min.60
