El Real Madrid ganó 1-4 en su visita al estadio de los Juegos Mediterráneos con goles de Isco, Bale y Cristiano. Se adelantaron los blancos con la magia de Isco, pero Verza igualó con un golazo. Bale devolvió la ventaja de cabeza, y Casillas salvó un penalti que pudo cambiarlo todo. Al final, dos goles de CR remataron la faena en una noche difícil.
13/12/2014 | Sergio Martínez | Fn
El Madrid sigue en la senda de la victoria, aunque no tan firme como antes. El resultado ante el Almería, 1-4, es engañoso. Desde que Luka Modric cayó lesionado, el juego de los blancos ha ido progresivamente a peor hasta no controlar los partidos. También influye la decisión de Ancelotti de dar pocos descansos a los hombres más importantes, algo que puede pagar en un futuro.
Sea como fuere, con brillo o sin él, el Real Madrid sigue con paso firme y los números no pueden ser más claros. Veinte victorias seguidas. Cincuenta y cinco goles a favor en liga. Veinticinco de ellos llevan la firma de Cristiano, en 15 jornadas para la historia. Si mantiene la progresión, llegaría a la jornada 38 con unos sesenta.
Volviendo al partido, el conjunto de Ancelotti no estuvo cómodo casi nunca, salvo los minutos finales. Salió un Almería combativo, herido en su orgullo tras encajar cinco en Eibar y ver cómo su entrenador era destituido por ello. Por eso vimos a unos jugadores muy motivados que plantaron cara hasta que les fallaron las fuerzas, físicas y mentales. A golpes, el Madrid minó su confianza.
El primero llegó con el gol de Isco, una de sus genialidades en la que contemporizó dentro del área con dos amagos para terminar lanzando un tiro cruzado que no tuvo otro destino que la red. Cuando los genios aparecen, el destino no puede ser otro que el éxito. Lo asimilaron bien los almerienses, porque Verza igualó el marcador con un golazo a la misma altura que el del Madrid. Un disparo raso, potente y colocado cerca del palo que dio esperanzas a los suyos.
Duró poco, lo que tardaron Kroos y Bale en demostrar por qué son tan buenos y no les hace falta destacar los noventa minutos. Con cinco segundos les basta. Colgó el balón el alemán sobre la cabeza de galés con precisión milimétrica, la misma que tuvo Gareth para rematar cruzado evitando por muy poco el fuera de juego. Al descanso, el partido era blanco.
Pero todo pudo cambiar después, cuando Marcelo cometió un penalti muy discutible en la disputa de una pelota. Ahí iba Verza de nuevo, a transformar una ocasión única que pudo transformar el guión completamente. Con lo que no contaba, ni él ni nadie, era con la parada de Casillas. Ése fue el gran golpe a la moral almeriense, del que no se recuperó nunca.
Entre los remordimientos y el cansancio, el Madrid tenía el trabajo hecho. Comenzaron a aparecer las pérdidas de balón y los espacios, y era cuestión de tiempo que el marcador aumentara del lado blanco. Entre muchas ocasiones falladas aparecieron dos asistencias de oro para Cristiano, que pudo irse con dos goles que le sirvieron en bandeja. El primero vino a pase de un generoso Benzema que estaba mano a mano con el portero. El segundo fue obra de Carvajal, que se interó en solitario por la banda derecha hasta que vió al portugués solo.
El resultado final es tan abultado como los números del Madrid hasta ahora, pero mucho más engañoso. No ganó por aplastamiento, sino por desgaste. Y por noquear en los momentos adecuados, algo a lo que ayuda bastante la inmensa pegada blanca. Ahora, el objetivo está claro: el Mundialito.
FICHA TÉCNICA
ÁRBITRO: Álvarez Izquierdo
GOLES: 0-1 Isco, min.34; 1-1 Verza, min.39; 1-2 Bale, min.42; 1-3 Cristiano, min.81; 1-4 Cristiano, min.88
ONCE DEL ALMERÍA: Rubén, Míchel, Ximo Navarro, Trujillo, Fran Vélez (Corona 81'), Verza, Thomas, Edgar, Dubarbier (Zongo 58'), Soriano (Welington 66'), Hemed
ONCE DEL REAL MADRID: Casillas, Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo, Illarramendi, Kroos, Isco, Cristiano, Bale, Benzema (Coentrao 84')
