La etapa de Iban Salvador en el C.F. Fuenlabrada ha llegado a su fin. Cuatro temporadas y más de cien partidos después, el guineano ha alcanzado un acuerdo con el club para finalizar el contrato que les unía hasta el final de la próxima temporada. Otro de los jugadores importantes de la plantilla que dice adiós para dar paso a nuevas caras que hagan su propia historia.
Iban llegaba al equipo en el verano del 2019, para aportar al nuevo Fuenlabrada que debutaría en Segunda División. Con la promesa de ser alguien desequilibrante, cumplió con los pronósticos a base de carreras desde la banda izquierda que podían terminar en cualquier sitio, pero sacando algo a favor con frecuencia. En el apartado goleador, ha hecho once tantos en estos cuatro años, y regalado siete asistencias.
Aparte de velocidad, desequilibrio y goles, el jugador se ha mostrado como un experto en provocar emociones. De cariño en los suyos, por su capacidad de sacar oro de cualquier situación y su esfuerzo. De odio entre sus rivales, porque lo dicho anteriormente implicaba que iba con todo y podía sacar acciones a favor donde no había nada. Y de inestabilidad, en él mismo, pues ha sido el objetivo favorito de los defensas rivales a la hora de recibir faltas y no siempre lo ha llevado bien. Por eso vio más tarjetas de las que debería, casi tantas como las que provocó a sus rivales.
Ahora, la etapa azulona ha llegado a su fin. Iban Salvador, cuatro años después, ya no es jugador del C.F. Fuenlabrada.
