El amor y la pareja es un concepto que, si bien ha procurado mantenerse intacto durante el paso de los años, hemos podido observar cómo existen diferencias en cómo lo perciben las personas de diferentes generaciones. No es la misma importancia la que le da un joven de 20 años a la que le da una persona de más de 50.
La sociedad cambia, evoluciona, y con ello también la forma en la que nos relacionamos entre nosotros. Las relaciones amorosas no son una excepción. En una reciente encuesta realizada para Cadena SER, se ha dejado en evidencia que, para los más jóvenes, el amor se ha convertido en la cuarta prioridad, valorándolo con un 8,3, en contraposición a los más mayores, que lo eligen como la primera.
Aun así, los de la Generación Z, o mejor dicho, los nacidos a partir de 1997, aseguran que es importante para ellos tener pareja, o vivir el amor en pareja. No conciben el amor sin estar al lado de otra persona, pero se consideran unos “solteros exigentes”: puntúan el amor en un 7’8 sobre 10, pues no acaban de estar conformes con su pareja actual o sienten que buscan algo diferente.
Uno de los entrevistados asegura que, en la actualidad, su generación es “hija del consumismo”, y que de la misma forma que consumen fast fashion (o moda rápida), también lo hacen con el amor. Rápidamente encuentran pareja, rápidamente se deshacen de ella para encontrar otra diferente en un breve espacio de tiempo.
Este concepto contrasta con las personas más mayores, las cuales conciben el amor y la pareja como unidad. En testimonios de entrevistados, son pocos los que deciden buscar una nueva pareja después de haberse separado de la primera.
La sociedad actual, más enfocada en el individualismo y en el “yo”, hace que sea cada vez más complicado encontrar una persona que encaje totalmente contigo. Si bien el concepto ya en sí es complejo, pues nunca se llegará a encontrar alguien “perfecto”, la búsqueda de la satisfacción personal suele ser un bache en el camino de formar nuevas relaciones.
En el primer lugar del ranking de importancia para los Generación Z se encuentra la salud mental, seguido de cerca de una buena proyección de futuro y la importancia de los estudios. En palabras de uno de los encuestados: "Lo primero es estar bien con uno mismo, para luego poder querer a otra persona."
En esta encuesta, también se revela que el concepto de la sexualidad y las relaciones personales e íntimas con otra persona, ha cambiado. Si bien el 83’6% se declara abiertamente heterosexual, el 33’5% no descarta tener una pareja del mismo sexo. Se aprecia una clara separación entre el concepto de una relación sexual y una relación amorosa. No importaría realmente el sexo de la otra persona, si hay amor.
En la actualidad, aplicaciones para ligar como Tinder son las más usadas por la gente joven para conocer personas nuevas con las que relacionarse o mantener relaciones sexuales. Pero esto no favorece a la formación de parejas estables. Según los propios encuestados, es complicado encontrar a la persona adecuada en sitios así, y mucho acaban recurriendo a los grupos de amigos o conocidos que se presentan entre ellos.
Otro de los puntos calientes que esta encuesta ha dejado al descubierto es cómo ha aumentado el valor de la independencia en mujeres. Tan solo el 66’5% opta por convivir con la pareja, mientras que el porcentaje restante prefiere una convivencia puntual o convivencia separada. En el caso de las mujeres, cada vez más valoran el poder de ser independiente y de valerse por sí mismas, frente a estar dependiendo de otra persona o tener que estar pendiente de alguien más.
Las generaciones más jóvenes siguen prefiriendo una relación monógama, un 94’6% del total. Pero admiten que cada vez se vuelven más celosos y controladores de su pareja. El 44’5% de los encuestados considera que el coqueteo entre dos personas se consideraría una infidelidad para la pareja.
Esto se debe, en gran parte, a la presencia de las redes sociales, ya que nos expone a muchas más personas y el control de terceras personas es mayor, incluido el que pueda tener tu pareja. De ahí surgen muchas discusiones que llevan a la ruptura en muchos jóvenes.
Dentro del 54’4% de solteros en la encuesta, una parte asegura que está soltera pero remarca su intención de encontrar otra persona, mientras que solo un pequeño porcentaje admite estar soltero por decisión propia.
