Taylor Swift se defiende y dice que ella es la única autora material de la letra de su canción hit 'Shake it off' de 2014, como respuesta a la denuncia que la girl band 3LW le ha puesto, asegurando que ha plagiado la letra de su canción "Playas Gon' Play".
"La letra de Shake it off fue escrita entera por mí", asegura la cantante en una declaración oficial dee este pasado lunes. "Nunca he escuchado esa canción de la que me acusan plagiarme, ni tampoco he escuchado nada de 3LW".
Los letristas autores de Playas Gon' Play, Sean Hall y Nathan Butler, interpusieron una denuncia por copyright en 2017, citando que había muchas similitudes en la letra al decir "haters gonna hate" y su "playas gonna play". Esta denuncia se descartó en 2018, con el comentario de un juez diciendo que la letra era "demasiado banal" como para haber sido copiada, pero la denuncia ha resurgido este año pasado, en 2021.
En diciembre, un juez denegó la petición de Swift de cerrar el caso, citando que "había similitudes demasiado evidentes" entre las dos canciones, suficientes para que entrase un juez en el caso. "Nuestros clientes por fin están más cerca de la justicia que buscaban", confirmaba una de las abogadas de la acusación. "Esto es especialmente gratificante para mis clientes, ya que confirma que su creatividad y su expresión tan única no puede ser copiada sin que haya repercusiones".
Swift comenta que, al escribir esa canción, se inspiró en "experiencias de su vida y, en particular, cómo los medios se metieron en su vida privada, falsas noticias, manipulación de la opinión pública y otras formas de crítica personal negativa que me hicieron darme cuenta que debía "pasar de todo" y enfocarme en la música".
Comenzando su carrera musical como una artista de country, Swift se convirtió en una artista de pop viral en 2012, con el lanzamiento de su disco Red. A raíz de este disco, se comenzó a especular sobre su vida privada y, sobre todo, su vida amorosa. "Con Shake it off, quería darle un enfoque más humorístico, acercarme a la gente y mostrarles cómo los comentarios negativos pueden afectar a alguien".
Asegura que la frase de "haters gonna hate" lo sacó más bien de frases comunes que escuchaba cuando era más pequeña, en la escuela secundaria. Además, negaba la posibilidad de haber escuchado la canción de 3LW. La artista confesó que sus padres no la dejaban ver la televisión, y mucho menos consumir ningún tipo de contenido de MTV. Cuando 3LW lanzó ese disco en 2000, ella tenía 10 años.
Su madre, Andrea Swift, añadía más información al caso, afianzando las palabras de su hija al confirmar que "siempre tenía mucho cuidado con lo que su hija veía en la televisión y con la música que escuchaba", así como controlaba también el ordenador común de la casa. "Taylor no iba a fiestas de pijamas con sus amigas de la escuela, pues ella vivía en una granja, y siempre prefirió que vinieran sus amigas a nuestra casa".
Los dos compositores que acusan a la cantante aseguran que "La ley no entiende de casualidades, sobre todo en un caso donde los dos trabajos presentados se parecen tanto".
