Los seres humanos no solo contaminamos el planeta Tierra, sino también el espacio. Se trata de un efecto secundario de los avances en el campo de la tecnología y también de los descubrimientos espaciales.
Dejando de lado los satélites inactivos (que son aproximadamente 5.000), alrededor de nuestro planeta hay un total de 20.000 piezas de basura espacial. Esta contaminación y sus riesgos pueden frenarse gracias al invento de un grupo de investigadores japoneses: satélites de madera que desaparecen al entrar de nuevo en contacto con la atmósfera sin dañarla.
En noviembre de 2024 se va a enviar al espacio el primer satélite de madera del mundo construido por un grupo de investigadores de la Universidad de Kioto, Japón. La madera elegida para este satélite es madera de magnolia, característica por su resistencia.
En 2020 ya se hicieron pruebas en el espacio con tres tipos de madera y esta fue la que mejor resistió a los 290 días de estudio.