Se amplía así tres semanas la apertura de una muestra que hasta ahora ha recibido a casi 8.000 personas. Además, 480 espectadores han disfrutado del espectáculo 'Gracias Buero'; Escrito por José Ramón Fernández y con dirección de Ana Carril, ha constituido una aproximación a la vida y la obra del autor de En la ardiente oscuridad.
Igualmente, se han celebrado tres conferencias en las que han participado Virtudes Serrano y Mariano de Paco de Moya, comisarios de la exposición (el 14 de septiembre); Pedro López Osa (el 28 de septiembre) y Javier Huerta Calvo (el 5 de octubre); y se ha llevado a cabo el concierto Rafael Rodríguez, con la soprano Paloma Friedhoff acompaña por la violinista Miren de Felipe Shirokij y el pianista Pablo García López de la Osa.
Asimismo, todavía es posible asistir a la proyección de la película 'Esquilache', el próximo 19 de octubre en el salón de actos de la Biblioteca Regional de Madrid. Dirigida por Josefina Molina e interpretada por Fernando Fernán Gómez, está basada en la obra de teatro Un defensor para un pueblo, de Buero Vallejo.
Además se presenta una interesante colección de documentos relacionados con el dramaturgo como manuscritos, bocetos, croquis de decorados, fotografías de los estrenos, vídeos, libretos de trabajo, recortes de prensa y correspondencia, muchos de los cuales se conservan en la Biblioteca Regional de Madrid como parte del Archivo Personal de Antonio Buero Vallejo, donde se conservan desde 2017, casi la totalidad de los manuscritos de las obras del autor.
Durante la visita, el espectador realizará un recorrido por los acontecimientos más importantes de su vida, como el hecho de que fue condenado a muerte tras la Guerra Civil y permaneció preso desde 1939 hasta 1946. Durante su cautiverio coincidió con el poeta Miguel Hernández entablando con este una fuerte amistad. Precisamente, a él se debe el título de la muestra por unas declaraciones suyas realizadas en 1979 cuando dijo: “Cuando Buero deje de existir ya no quedará más que su obra y Buero será su obra”. Tanto en sus obras simbolistas, como en su teatro social o en sus dramas históricos, el autor presenta un teatro muy medido y trabajado meticulosamente con el que siempre supo contactar con el público.
En este homenaje, también hace hincapié en la atracción del escritor hacia la pintura, una vocación que cultivó desde la niñez y que abandonó tras su paso por la cárcel. Al finalizar la Guerra Civil, Buero Vallejo fue condenado a muerte por “adhesión a la rebelión” y durante seis años pasó por diversas prisiones hasta que obtuvo la libertad condicional en 1946.
La exhibición, comisariada por Virtudes Serrano y Mariano de Paco de Moya, ha contado con la colaboración de Carlos Buero Rodríguez (hijo de Antonio Buero Vallejo), el Archivo General e Histórico de Defensa, el Archivo Regional de Madrid o el Ayuntamiento de Guadalajara. También, con la Biblioteca Nacional de España, el Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM, Ministerio de Cultura y Deportes), la Fundación Juan March, el Museo Nacional de Teatro de Almagro, la Sociedad General de Autores y Televisión Española.