El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha conocido los detalles de este evento especializado referencia a nivel nacional y europeo, que se celebra hasta el 17 de marzo en IFEMA, y ha constatado “el alto valor ecológico y económico de esta actividad, que genera puestos de trabajo y cuenta con gran afición entre los ciudadanos”.
En la región hay 43.068 licencias para la práctica deportiva de la caza, 768 cotos privados y montes públicos que gestiona la Administración autonómica, convenientemente señalados para garantizar la seguridad de los ciudadanos, quem suman 556.673 hectáreas. En ellos, la actividad se regula por periodos limitados, generalmente durante el otoño e invierno. Gracias al cuidado que realizan los gestores o propietarios, estos espacios naturales se mantienen en buen estado y muchos cuentan con comederos y bebederos para el bienestar de los animales.
La caza permite mantener el equilibrio de la biodiversidad. Las capturas autorizadas ayudan a controlar superpoblaciones de especies dañinas para los cultivos, como el conejo, la paloma o el jabalí, o a proteger de depredadores a crías o huevos de especies en extinción, como en el caso del águila imperial o la cigüeña negra