Seguro que durante el verano has utilizado el coche con mayor frecuencia de lo que lo haces habitualmente. Si ha sido así, es importante que lleves tu coche a un taller para realizarle una pequeña revisión tras la vuelta de vacaciones.
Precisamente ahora pueden surgir algunas averías, debido a los viajes largos que has realizado por carretera y al exceso de carga que has metido en el vehículo.
Los principales elementos de tu coche que más debes revisar deben ser:
El estado de los neumáticos porque un mal estado de las ruedas puede suponer muchos problemas; y más cuando se acerca el otoño y con él las lluvias.
También es importante revistar el estado de los frenos, porque debido al calor se deterioran más las pastillas y los discos de freno.
Debido a los largos recorridos hechos con el coche en el verano se habrán reducido los niveles de los líquidos (refrigerante, aceite, limpiaparabrisas, etc). Y si alguno de ellos falta, puede ser muy peligroso para tu seguridad y para la vida del motor de tu vehículo.
También es importante revisar el estado de las escobillas del limpiaparabrisas porque el calor del verano puede perjudicar la eficacia del material con el que están hechas, por lo que hay examinar que la goma esté en buenas condiciones.
Otro elemento a tener en cuenta después de vacaciones es la carrocería. Esto es fundamental si has estado en la playa o has circulado por caminos polvorientos o mal asfaltados, ya que la cantidad de suciedad es mayor y el polvo y la arena pueden incrementar su deterioro.
Es aconsejable limpiar bien el coche por fuera, para que la pintura dure más tiempo. Además, nos ayudará a comprobar el estado de la pintura por si fuera necesario realizarle algún arreglo. Por supuesto, es aconsejable limpiarlo por dentro, sobre todo donde se acumule mayor suciedad.
Por último, si durante algún viaje notaste algún fallo o ruido de algún elemento, aprovecha también para pasar por el taller para que lo revisen.