El buen funcionamiento de la red de tuberías y desagües es algo fundamental para mantener el buen funcionamiento de las instalaciones tanto públicas como privadas. Este buen funcionamiento puede verse perjudicado por una falta de mantenimiento periódico, y como consecuencia, las tuberías pueden llegar a colapsar provocando desperfectos, roturas, contaminación de las aguas potables, o un mal desagüe de los desechos.
Por ello, en este tipo de estructuras son importante las labores orientadas hacía el control, la prevención y el mantenimiento de las instalaciones para poder disfrutar de una red segura, limpia y saneada.
El factor principal para un buen funcionamiento de la red: un buen mantenimiento periódico
Las acciones de mantenimiento periódico son fundamentales para evitar intervenciones directas de restauración de las tuberías, en consecuencia, vamos a ver como hay una época del año donde esas pautas de mantenimiento son esenciales. Esto ocurre después de los meses de primavera y verano, ya que son meses muy cálidos y en los que apenas se dan precipitaciones, con lo cual todos los residuos y agentes contaminantes que se han ido depositando, tanto en las tuberías como en la red de alcantarillado público, no han podido limpiarse mediante ningún agente climatológico, y lo más común es que dichos residuos hayan podido obstaculizar muchas de las tuberías o zonas por donde deben transitar con fluidez las aguas residuales.
Para evitar atascos y posibles roturas es importante tener al día los trabajos de pocería, entre los que destacan para su mantenimiento: las limpiezas de tuberías, los desatascos y las inspecciones rutinarias.
Pero cuando los trabajos de mantenimiento previo no son suficientes para prevenir un mal funcionamiento de la red, hemos de recurrir a trabajos de reparación de las estructuras. En estos trabajos también vamos a encontrar diferentes servicios, entre los cuales deberemos elegir las intervenciones menos traumáticas para estos complejos sistemas.
Reparación de tuberías sin zanja
La reparación de una tubería no es, en principio, una tarea fácil, ya que al ser un sistema que se encuentra en su mayoría ubicado en el interior de paredes o en el subsuelo, cuando hay que acceder al mismo para actuar directamente sobre él, nos vemos obligados a tener que hacer una intromisión o zanja en el espacio donde se encuentra para poder reparar la avería.
Esto además de ser un método costoso, puede llegar a ser un proceso que se prolongue en el tiempo, ya que es un proceso que consta de tres fases, apertura, reparación y posterior cierre del mismo.
Por ello, en este artículo queremos dar visibilidad a uno de los servicios más innovadores en relación a la reparación de tuberías: la Pocería sin Zanja. La pocería sin zanja consiste en realizar las intervenciones en la tubería sin necesidad de abrir el espacio, ya que en todo momento se trabaja desde el interior de la misma, gracias a un equipo técnico y profesional específico para llevar a cabo el servicio.
Un proceso que abarata significativamente los altos costes que suponen las reparación de estas infraestructuras, a la vez que agilizan la tarea eliminando dos de los pasos del método de reparación tradicional, haciendo que esta incidencia del servicio resulte más cómoda, sin ruidos ni molestia, con una reparación rápida que no perjudique al ciudadano.
Como hemos visto los procesos de control, mantenimiento y prevención son de suma importancia para el buen funcionamiento de la red de saneamiento, pero cuando estos no han sido suficientes para evitar roturas, debemos acudir a un servicio que nos ofrezca una reparación sin grandes intromisiones que puedan llegar a afectar a otras partes de la instalación.