Cuánto cuesta una traducción jurada

Cuánto cuesta una traducción jurada
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Realizar una traducción jurada es un trabajo difícil y meticuloso que requiere profesionalidad, capacidad y calidad. Los presupuestos varían y se establecen en función de los idiomas, origen y meta, de la urgencia del encargo y también de la dificultad y extensión del documento en cuestión. Para priorizar: compromiso, referencias y oficialidad.

Certificados, títulos, escrituras notariales, declaraciones, partidas de nacimiento, documentos penales, poderes, pasaportes… Son algunos de los casos en los que puede ser necesario realizar una traducción jurada y conviene tener una información completa, veraz y contrastada sobre las opciones existentes, los factores a tener en cuenta y cuanto cuesta una traducción jurada, este trámite tan particular como costoso, que requiere mucha responsabilidad y profesionalidad, para hacerlo de un modo seguro, fidedigno y con todas las garantías.

Quien se enfrenta a esto por primera vez por lo general no sabe cómo se gestiona, dónde acudir o qué valorar. Partiendo de que se trata de un documento con validez oficial íntegra a nivel jurídico y legal, se puede utilizar internacionalmente para presentar un título que se ostenta, para aportar documentación ante una administración o institución, en la adjudicación de proyectos, en procesos de licitaciones y en determinadas operaciones con contratos, siendo su principal valor la condición de fidelidad y veracidad.

Qué saber sobre este tipo de traducciones

La segunda acepción del término, “jurada”, proporciona al documento traducido el carácter de oficialidad exigido y necesario a través de la figura, firma y sello del traductor jurado, que además de realizar el trabajo de traducción en sí, le proporciona dicha categoría legítima.

De ahí deriva también su importe económico, el cual varía como en otros trabajos en función de la dificultad de sus características, la particularidad del idioma en cuestión (si es más generalizado o minoritario entre el elenco de traductores profesionales) y también dependiendo de la urgencia con que se necesite y se encargue. Si el tiempo disponible para realizar las traducciones es corto, como en cualquier otro servicio, este condicionante encarecerá el precio, más aún tratándose en este contexto de una prestación compleja y rigurosa. 

Aquí entran también en juego la trayectoria y capacidad laboral de la agencia de traducción o el profesional libre contratado, y de cómo se maneje la carga de trabajo, porque otra cuestión es el compromiso de tenerlo a tiempo, ya que todo cliente paga para disponer de lo solicitado en tiempo y forma, con la calidad y la confidencialidad que también se presupone y se espera como valores intrínsecos en este tipo de cometidos. Y es que, se está poniendo en manos de un tercero, confiándole su contenido, una documentación oficial concreta redactada en un idioma y que necesita ser traducida fielmente a otro.

Para conseguir este servicio de forma económica y con buenos resultados, hay que buscar ciertas referencias y claves del traductor jurado o la empresa de traducción a contratar. Comprobar opiniones y comentarios de clientes en las páginas web de sus autores, comparar presupuestos, formas de gestión, eficiencia y nivel de operatividad, rapidez al responder las consultas, disponibilidad y accesibilidad en distintos soportes, pueden ser buenas pautas en la estrategia de búsqueda a la hora de elegir este servicio y conocer los diferentes precios en función de lo que se solicite.

¿Cuánto cuesta?

Aunque el marco puede de unos países a otros, la mayoría de las traducciones se cobran por palabra del texto de origen, especialmente en textos largos, siendo este indicador también oscilante dependiendo del idioma del que se parte, de la lengua meta y de la combinación de los mismos (las menos usuales son más caras). O bien los traductores jurados pueden fijar las tarifas por documentos, como se hace mucho en España, donde dentro de lo que cabe hasta se tiene suerte. Y es que, este método no se utiliza en otros lugares como Italia o Alemania, donde funcionan mediante sello fiscal o cobro por página, y las traducciones juradas se ven más encarecidas. 

Por trazar un mapeo internacional de cuantías, los más usuales, inglés y francés, rondan la media de 0,07 euros por palabra y 35 euros por documento; se mantienen en esta misma horquilla las traducciones juradas en italiano o portugués; puede subir un poco hasta los 45 euros aprox. por doc. en alemán, griego, checo, polaco ruso o árabe; y oscilan de 50 a 60 euros de cálculo medio por documento cuando se trata de japonés, chino, turco, persa, sueco o noruego (más elevados el latín y el holandés, por ejemplo).

Junto al volumen de palabras y la lengua origen, también confluyen como componentes variantes y determinantes de cara al precio final de una traducción jurada el formato del texto, las repeticiones, la existencia de otros elementos como imágenes en el documento, la estructura y composición de este. Todos estos aspectos terminarán de configurar la propuesta económica solicitada. Eso sí, siempre se suele establecer un precio mínimo.

Motivos por los que solicitar una traducción jurada

Aunque las razones por las que traducir documentación oficial son muy variadas y cada caso se aborda de manera individual y concreta, los documentos más solicitados suelen ser partidas de nacimiento, sentencias o resoluciones judiciales, trámites de adopción, expedientes académicostítulos universitarios y actas matrimoniales, entre otros.

Por resumir, valorar compromiso, exactitud y calidad al elegir el proveedor adecuado, y también mirar por el bolsillo atendiendo a una serie de recomendaciones básicas cuando se necesite encargar una traducción jurada, como puede ser el hecho de hacerse con el original del documento en inglés (la traducción en este idioma tan generalizado es mucho más barata); solicitar las traducciones dentro del ámbito territorial del país; y ser previsor y trabajar con plazos largos, mandando la documentación a traducir con suficiente antelación y margen de tiempo para reducir, dentro de lo que cabe, costes.

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