El listón está cada año más y más alto y no parece que Heidi Klum pretenda parar jamás de sorprender y dejar ojipláticos y boquiabiertos a los presentes y prácticamente al mundo entero con los disfraces que lleva en la que es su celebración favorita del año: Halloween.
Este año, incluso, necesitaba de varios acompañantes circenses para llevarlo a cabo: era un enorme pavo real.
La modelo y empresaria alemana de 50 años se hizo esperar en la alfombra roja de la 22ª fiesta anual de Halloween que celebran en el Marquee, un conocido local nocturno de Nueva York, pero cuando llegó ya no dejó indiferente a nadie, sobre todo porque le precedió un espectáculo que dieron sus propios compañeros de disfraz.
Ataviada con un disfraz de plumas de un azul eléctrico que le ocupaban todo el cuerpo, así como un muy cuidado maquillaje facial acabado en un pico aviar, Heidi Klum apareció con toda su cohorte y se dispuso a presentar su disfraz, para lo que sus acompañantes se dispusieron en la formación planificada, con la modelo en medio: era un pavo real con las plumas despegadas.
Las redes, además del suyo, han querido también aplaudir el enorme amor que le brinda su esposo, el guitarrista, compositor y productor de la banda alemana Tokio Hotel, Tom Kaulitz, puesto que no tiene nunca problemas en aparecer al lado de su esposa con un disfraz que haga lucir aún más el de ella. En este caso: un huevo.
Obsessed with Heidi Klum’s husband dressed as an egg. pic.twitter.com/6He9JzT14n
— Jo (@JosieEBoyd) November 1, 2023
Heidi explicó que, a diferencia de otros años, como quizá el más recordado, el del año pasado, cuando fue de gusano gigante, esta vez sí podía moverse completamente —incluido el pico—. "Ha sido muy divertido", dijo sobre el proceso, mientras la entrevistadora de ET le comentaba que ha vuelto a ser la "Reina de Halloween" otro año más.
Además confesó que habían sido seis horas de maquillaje, pero que ella disfruta más con la planificación: conocer a los artistas, ver por primera vez los disfraces e incluso los detalles, poniendo como ejemplo que sus zapatos, al tener que posarse sobre las piernas de uno de sus acompañantes, estaban diseñados para que pareciesen una sola persona en las fotografías.
