Putin ha invadido Ucrania con un ejército de 190.000 soldados, 1.000 tanques y misiles, desencadenando una guerra criminal en el corazón de Europa.
Denunciamos tajantemente la invasión de un país soberano, su ocupación militar y el intento por fragmentarlo, separando por la fuerza una parte de su territorio, provocando un conflicto que amenaza con dejar un rastro de sangre y desestabilización, y graves consecuencias económicas, políticas y militares, amenazando la paz mundial.
Todos los demócratas y amantes de la paz debemos manifestar nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano, denunciar la invasión rusa y defender la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
Exigimos el final de los ataques y la retirada de todas las tropas rusas de Ucrania. Denunciamos la fragmentación por la fuerza de las repúblicas del Donbass. Solo así es posible que pueda hallarse una solución negociada que evite un conflicto a gran escala de incalculables consecuencias.
La paz y la seguridad en Europa frente a las agresiones rusas no van a venir de la mano de Estados Unidos y de una ampliación de la OTAN. No serán factores de paz y estabilidad, sino todo lo contrario.
España no puede participar en la guerra y Europa debe tener una voz propia para impulsar una solución al conflicto y jugar un papel de intermediación manteniendo abiertas todas las vías de diálogo y diplomáticas que lleven al cese de la agresión y la paz en la región.
Desde esta posición apoyamos:
Las medidas económicas que puedan contribuir a detener a Putin, como el acceso de la deuda soberana rusa a los mercados y el sistema financiero europeo o las medidas contra bancos, instituciones y oligarcas rusos aliados del Kremlin.
Que el gobierno de España ofrezca a Ucrania ayuda humanitaria y acogida de refugiados ucranianos que huyen de la guerra.
Instar al gobierno español a que tome medidas para proteger nuestro país del impacto económico de la guerra, blindando sectores estratégicos como el de la energía, las reservas de materias primas esenciales y actuando sobre la escalada de la inflación.
Y a defender que la Unión Europea trabaje por volver a los Acuerdos de Minsk de 2015, que garantizan la integridad territorial de Ucrania con estatutos especiales para Donetsk y Lugansk; y que abren la puerta a rebajar la tensión para no seguir ampliando la OTAN hacia el Este.